Konecta BTO, de Güeñes, ha despedido a cuatro trabajadoras. Un año después de la huelga de hambre que llevaron a cabo dos sindicalistas de LAB para frenar los despidos y los traslados forzosos, la empresa multinacional ha mostrado sus nuevas intenciones de recortar la plantilla.

Según pudo saber GARA, la dirección asegura que esa decisión está basada en que «hay un sobredimensionamiento» en la planta de Enkarterriak, aspecto que rechazan los propios trabajadores que, entienden por otro lado, que la empresa, que se dedica a la atención del servicio telefónico de la multinacional Iberdrola, «miente» y «solo busca seguir con sus planes de recorte de personal para precarizar el existente en Güeñes y atemorizar a la plantilla». Según explicaron algunas trabajadoras, la decisión de Konecta BTO se produce, además, justo después de que la empresa presentó «unos buenos resultados económicos del año pasado». Por lo que entienden que esos despidos solo buscan «aumentar sus beneficios a costa de las trabajadoras de Güeñes».

Konecta incrementó un 10% su facturación en 2012, hasta los 307 millones, con un crecimiento del resultado operativo del 22%, según explicó.

Las perspectivas para 2013 son alcanzar una facturación de 350 millones, un 20% de incremento del resultado operativo y cerca de 20.000 profesionales en plantilla.

A nivel mundial, la empresa está presente en nueve países Estado español, Portugal, Gran Bretaña, Marruecos, Argentina, Chile, Colombia, México y Perú. Cuenta con 15.286 empleados, de los que 10.278 trabajan en el Estado español.