Un mensaje más desiderativo que real
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sostiene en su último informe que existen elementos positivos en la evolución de los miembros «periféricos» de la zona euro, y que las reformas estructurales emprendidas por sus mandatarios constituyen «bases sólidas» para su recuperación. Un mensaje más desiderativo que una aproximación real a una situación trágica.
Asegurar que se han conseguido «progresos considerables» para, a renglón seguido, pedir una flexibilización en los programas de reducción del déficit, supone admitir implícitamente el quebranto económico que las políticas de la troika han causado a los estados bajo su supervisión. Más llamativo resulta aún el balance respecto al desempleo, que la OCDE asume que sigue deteriorándose y que no enmendará sus cifras mientras no haya un crecimiento sostenido y consistente. Teniendo en cuenta que el paro es precisamente el problema más importante de la mayoría de los países aludidos, el mensaje optimista se diluye por completo.
En un momento de cuestionamiento general de las políticas socioeconómicas europeas, la OCDE ha querido transmitir una confianza que ni los más disciplinados neoliberales comparten. La luz que señala se parece demasiado a la del tren que viene de frente.