El Caja Laboral Baskonia se la juega en Moscú
Con el agua al cuello y sin más recursos que su ansia de vivir
Los baskonistas ganaron en la cancha del Khimki en la campaña 2009/10, un triunfo que les sirvió para acceder a los cuartos de final.
KHIMKI-BASKONIA
Arnaitz GORRITI
Después de perder en Barcelona, el margen de error del Caja Laboral Baskonia para seguir adelante en esta Euroliga se borró hasta su mínima expresión. Como si se tratase de un émulo del partido de la primera fase ante el Armani Milano, los gasteiztarras están con el agua al cuello y sobrevivirán solo merced a sus recursos y a su voluntad de vivir. Esperar que vaya a venir ningún otro salvador de fuera es, simplemente, irreal.
El problema es que el Khimki que entrena Rimas Kurtinaitis y dirige Zoran Planinic en el parqué poco tiene que ver con el Armani Milano en descomposición que llegó a Gasteiz en la primera fase del principal torneo continental. Aquel día, los pupilos de Zan Tabak salvaron el pescuezo, después de lograr una remontada heroica. Este Viernes Santo, los baskonistas pueden verse poco menos que crucificados o casi resucitados.
«Este partido es realmente importante tanto para el Khimki como para nosotros, ya que ambos debemos ganar para mantener vivas nuestras opciones. Derrotar a este rival supondría un enorme paso adelante; será complicado, pero hay que recordar que ya hemos demostrado anteriormente que somos capaces de ganar en los momentos más difíciles», afirmaba Zan Tabak en la previa al duelo de esta tarde.
A vueltas con el average
En el encuentro de ida, fue un imparable Planinic quien desequilibró la balanza en favor de los rusos, liderando un 71-83 final que hay que intentar remontar, aunque la familia baskonista se conforma con anotar un punto más que el Khimki.
«Si ganarlos sería grande, superarlos en el average supondría ya un paso de gigante», admitía Tabak, mientras que Nocioni, sincero como siempre, matizaba que «primero es ganar y después se piensa en el average, que ya bastante complicado va a ser. Además podríamos ganar en Rusia y luego recuperar el average en casa superando a Montepaschi Siena».
Hace tres temporadas, en la campaña 2009/10, el Baskonia se topó con el Khimki en el Top 16, y al igual que esta, los rusos se impusieron en Zurbano, 71-82, tras un partidazo de Kelly McCarty y Raül López. En el partido de vuelta, los pupilos de Dusko Ivanovic le devolverían la moneda, 73-84, con un enorme San Emeterio. Aquel triunfo, entre otros, valió el pase a cuartos para los gasteiztarras.
Sin nostalgia de aquello pero con la misma convicción, el alero cántabro opinaba que «hay posibilidades para todos; las nuestras pasan por ganar en Rusia, lo sabemos y vamos a por ello». Según su criterio, la clave estará en «mejorar la solidez y la regularidad dentro del propio partido. Que no haya altibajos y mantengamos un ritmo alto, y si tenemos una ventaja intentar administrarla bien».
En opinión de Fernando San Emeterio, la clave para imponerse al Khimki será «mantener la solidez, sin tener altibajos». Según el alero santanderino, es preciso «llevar un ritmo alto y saber administrar bien el marcador si tenemos la ventaja».
La semana pasada el Besiktas echaba una bonita mano al Caja Laboral Baskonia después de imponerse al Montepaschi Siena. Sin embargo, si había alguien que creyera que la escuadra otomana podía hacer un segundo favor a los gasteiztarras imponiéndose al Maccabi en Tel Aviv, nada más lejos de la realidad. 101-58, y a casa.
La escuadra hebrea que dirige David Blatt no mete el miedo de hace unos años, pero a base de hacerse fuerte en su cancha y no fallar en los cruces importantes -como por ejemplo, el del Buesa Arena- está a un paso de sellar su clasificación para los cuartos de final, y quién sabe si como segundo del grupo F, lo que supondría tener ventaja de campo en los cruces.
Los israelíes pudieron establecer una marca histórica, y al final se puede decir que tuvieron piedad del Besiktas, que al menos se impondría en el cuarto período por un claro 10-23. Al final del tercer cuarto, la escuadra macabea estaba humillando a su oponente por un marcador como para echarse a temblar: 91-35.
Devin Smith, exjugador de Gipuzkoa Basket, fue el más destacado, con 16 puntos y 9 rebotes, en un Maccabi con los puntos muy repartidos -excepto el exbaskonista Lior Eliyahu, que no jugó, todos los demás anotaron aunque sea una canasta-, mientras que en el Besiktas, Ricky Minard con 12 tantos, 7 rebotes y 4 asistencias, fue el único mínimamente salvable.
En el resto de partidos de la jornada de ayer, todos ellos del grupo E, Unicaja dio la sorpresa al superar a domicilio al Anadolu Efes por 64-70, con un gran partido de Marcus Williams, Luka Zoric y Urtasun. El CSKA de Moscú superó por 81-72 al Real Madrid y Panathinaikos se impuso 60-82 al Brose Baskets alemán.
A. G.
