GARA > Idatzia > Eguneko gaiak

FINAL DE LA EUROCUP

Los hombres de negro no están a la altura de su afición ni del Lokomotiv

 

p008_f01_295x156.jpg

Arnaitz GORRITI | CHARLEROI

Uxue Bilbao Basket cayó y con todo merecimiento. Hasta un arreón a la desesperada, fue un juguete del Lokomotiv Kuban Krasnodar, que supo cómo hacer daño a los hombres de negro, que no estuvieron a la altura ni de la final ni de su afición, que supo animar y supo perder.

Después de una escalofriante presentación en la que se impuso la hinchada bilbaina de calle, llegó el primer tortazo. El Lokomotiv Kuban saltaba con mucha menos tensión y, salvo un triple anotado por Vasileiadis a pase de Hamilton, lograba parar el juego bilbaino, adelantándose 3-10. Katsikaris veía la tensión entre sus muchachos y debía parar aquel mal arranque.

Tras el tiempo muerto de rigor, un corte de Hervelle por la zona se saldó con canasta y falta, y acto seguido Mumbrú se estrenaba con un triple. Hamilton sumaba su primera canasta cerrando un parcial de 7-2. Bilbao Basket llegaba al final del primer cuarto con su primera ventaja: 17-16, después de un triple de Raül López. En esos minutos de recuperación destacó la buena prestación de Rakovic y que Katsikaris explotó el recurso de usar a los dos bases. El primer escollo, el de los nervios iniciales, estaba superado.

Una finta magistral de Grimau devino en pase para Moerman y triple del galo: 20-16 y parcial de 10-0, que aumentaría a 12-0. Grimau trataba de parar a Kalnietis y Zisis estaba con Baron, logrando trabar el ataque del Lokomotiv Kuban. La segunda unidad bilbaina mantenía la ventaja, aunque los de Pahutin les pisaban los talones.

Era turno del Lokomotiv Kuban. Un triple de Calathes, el primero de los de Krasnodar, y dos canasta de Hendrix pusieron un parcial de 0-7 que elevó el marcador a 28-33, obligando a Katsikaris a pedir tiempo.

Bilbao Basket sufría en sus ataques hasta el punto de pasarse más de tres minutos sin anotar. Dentro de lo malo, que los de Krasnodar tampoco veían mucho el aro. Durante tres ataques seguidos, Bilbao Basket sobrevivió de cargar el rebote, pero la penetración de Vasileiadis se salió y en la otra parte de la cancha Maric elevaba la máxima ventaja rusa: 28-37. Fue el propio Kostas, casi de milagro, quien rompía esta sequía, pero las noticias eran muy malas aún con la tercera falta de Hervelle y el 30-38 elevado por Jasaitis. Al descanso, los hombres de negro evitaban que la desventaja llegara a la decena tras un tapón de Hamilton a Jasaitis.

Errores en las bandejas

Bilbao Basket arrancaba la segunda mitad errando tres bandejas seguidas y a duras penas sumaba Moerman un tiro libre. Un tiro fácil errado por Mumbrú siguió a la contra parada por Zisis en falta, para que Brown elevara el 31-40.

Los errores condenaban a unos hombres de negro que se veían 11 puntos abajo con sus líderes totalmente opacados. Vasileiadis daba aliento con un triple, aunque un discutible «dos más uno» de Calathes ponía el marcador en un desesperado 34-45 para los vizcainos.

La única buena noticia de este tercer cuarto venía del bonus de faltas ruso, sobre todo la tercera de Brown, aunque faltara tino en los tiros de campo, sobre todo en los de dos, y Hendrix se hacía postulante al MVP con un matazo y una asistencia a Maric por la espalda.

Las faltas empantanaban el cuarto, pero beneficiaban a los hombres de negro, sobre todo cuando Raül López sacaba la cuarta de Brown. Sin embargo, la desventaja no decrecía por los errores, como los tiros libres de Vasileiadis. Al último cuarto se llegaba 45-54 tras un pésimo ataque culminado por un mal triple de Moerman.

Falsas esperanzas

El Lokomotiv Kuban rompía el partido con dos tiros libres de Maric y un triple de Calathes. Con 45-59 y el partido a punto de decidirse, Katsikaris pedía un último esfuerzo a sus muchachos. Había que intentarlo por los más de dos mil seguidores reunidos en el Spiroudome y los otros miles que desesperaban con la final a través de las pantallas gigantes.

Las dudas y el miedo, empero, acogotaban el ataque vizcaino que, para más inri, descargaba su impotencia de la mano de Mumbrú, cometiendo una antideportiva sobre Jasaitis. La renta de los de Pashutin seguía estirándose, llegando a los 45-62, con un palmeo de Maric.

Los tiros, los forzados o los fáciles, no querían entrar y Calathes empezaba a hacerse con el mando definitivo del partido, y Jasaitis establecía la máxima con un triple: 45-65.

Y entonces se liberó Bilbao Basket. Rakovic y Vasileiadis, junto con una gran defensa, lideraron un parcial de 14-2, pero el propio Rakovic erró un tiro solo por no machacar y Mumbrú, tras la quinta falta de Calathes, solo metió un tiro libre. Bykov, que sí aprovechó los tiros desde la «distancia de la caridad», finiquitó la final. En realidad, jamás estuvo en la mano porque los hombres de negro no lo supieron agarrar.

 

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo