La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, y la responsable de Acción Sindical, Garbiñe Aranburu, reconocieron que la última reforma laboral «ha dinamitado la negociación colectiva» y acusaron a Confebask de que «no avance», porque la patronal vasca «quiere sacar el máximo provecho de esta crisis y de esa reforma que el Gobierno del PP les ha brindado».

Ambas demandaron que se quite el foco acusador de las centrales sindicales sobre la falta de un acuerdo antes de que el 7 de julio caduque la ultraactividad de un buen número de convenios, porque «todas las centrales sindicales hemos firmado convenios con patronales estatales, no con las vascas. No somos el problema, sino Confebask», precisó Aranburu.

En medio de esta complicada situación, Ainhoa Etxaide afirmó que LAB mantendrá su objetivo «imprescindible» en favor del marco vasco, «que debemos blindarlo». Pidió al Gobierno de Gasteiz que «se decante por hacer un camino propio desde aquí, o siga las pretensiones de Madrid del arbitraje obligatorio en los convenios cuando no hay acuerdo». La secretaria general de LAB recordó que «la mayoría del Parlamento y de los trabajadores rechazan la reforma laboral». Añadió también que «muchos empresarios vascos no la aplican», y «apuestan por establecer un nuevo modelo de relaciones laborales construido aquí y en función de las necesidades del tejido productivo». Llamó a actuar con compromiso para sacar adelante la negociación en el ámbito vasco.

Etxaide afirmó, sin ningún género de dudas, que la posición de Confebask es «una batalla particular para sacar en esta crisis las mayores ventajas posibles. Es decir, deshacer lo que se ha conseguido hasta ahora y, por lo tanto, conseguir más ventajas». LAB mantendrá «la lucha» y pidió que «se mire a Confebask y no a los sindicatos. Si hay tanta gente en contra de esa legislación laboral, que también actúen esos agentes que no seamos solo los sindicatos».

En este contexto, acusó a la patronal vasca de «anteponer» sus intereses por encima «de los de este país».

Se puede alcanzar un acuerdo interprofesional con las suficientes garantías, según LAB, pero subraya, a la vez, que «falta voluntad por parte de Confebask». Esta realidad es «previa» a que cada organización sindical plantee un modelo en ese posible acuerdo o discrepe.

En todos los ámbitos

La secretaria general admitió, en este terreno, la existencia de diferencias, pero aseguró que el principal problema en este momento «es que la patronal quiere hacer su batalla. No quiere firmar, especula porque la legislación le favorece». A su juicio, es necesario que se desatasque en ese punto, para poder vislumbrar un posible acuerdo. La líder de LAB explicó que la patronal vasca «quiere una negociación colectiva en base a renunciar a derechos laborales y salariales, no en potenciar y blindar el ámbito vasco de decisión, como les pedimos».

Las dos representantes de LAB explicaron que se han producido reuniones bilaterales con el Ejecutivo de Gasteiz y que el grupo de expertos ya se ha manifestado por medio de un informe sobre el futuro de la negociación. «No es el momento de desglosar ese informe, pero de sus conclusiones llegamos a la demanda de que el Gobierno vasco debe actuar, porque quien impide el acuerdo es Confebask, que no tiene voluntad», precisó Aranburu.

LAB se pronunció ayer con claridad sobre la necesidad de «luchar contra la reforma laboral en todos los ámbitos, empezando por la empresa, siguiendo por los convenios sectoriales provinciales y llegando hasta el intersectorial», dijo la responsable de Acción Sindical. Aranburu señaló que «neutralizar los efectos de la reforma laboral, construir un marco propio de negociación colectiva y dotar de contenidos a los convenios va a ser una pelea constante, que vamos a mantener siempre, en el pasado, en el presente y en el futuro».

En cuanto a la defensa del ámbito vasco de la negociación colectiva, la responsable de Acción Sindical dijo que «pasa por mantener los convenios provinciales» y ha añadido que el mecanismo para «preservar y blindar los convenios provinciales es el acuerdo interprofesional». Afirmó que los sindicatos «no estamos en posiciones maximalistas ni pidiendo cuestiones que no puedan ser viables para las empresas. Esto se está demostrando porque ya, poco a poco, se están firmando diferentes convenios en los que hay subidas salariales con referencias al IPC, se amplía la ultraactividad y no hay arbitraje obligatorio», explicó Aranburu