Iñaki Azkuna, aupado como el «mejor alcalde del mundo», presumía que el Ayuntamiento de Bilbo tenía «deuda cero» y era el adalid de la regeneración urbanística y la gestión económica no deficitaria. La liquidación de la sociedad Bilbao Ría 2000 desmontó ese mito al conocerse las enormes deudas que deja y que los bilbaínos tendrán que pagar a escote en beneficio de Iberdrola. Último recordatorio de una lista que revela que el «milagro de Bilbao» se resquebraja. Y no solo en la capital, en todo el territorio de Bizkaia las irregularidades y las chapuzas se multiplican.

Dejando al margen ruinosas infraestructuras como la Supersur, el BEC o los túneles de Artxanda, ejemplos como el de Zierbena, con el alcalde y primer teniente de alcalde imputados por prevaricación, malversación y falsedad documental, la oposición en pleno pidiendo la dimisión del alcalde de Balmaseda por irregularidades en adjudicaciones, los miles de euros en tabaco y restaurantes de lujo en el anterior gobierno de Lemoa... los ejemplos hablan por sí solos. Y obligan al PNV a dar explicaciones convincentes a la ciudadanía de Bizkaia sobre su cacareado «modelo de gestión».