La consejera navarra de Salud, Marta Vera, considera que todavía no existen elementos suficientes para suspender la concesión del servicio de cocinas del Complejo Hospitalario de Nafarroa a la empresa Mediterránea de Catering (MediCat), a pesar de las numerosas quejas de los pacientes sobre la escasa calidad de la comida y los informes de Sanidad Pública que alertan de una escasa higiene en la manipulación y la distribución de los alimentos.

Vera volvió a comparecer ayer en el Parlamento, en esta ocasión para explicar los informes que alertan sobre la presencia de bacterias fecales en la comida del hospital.

La consejera negó la necesidad de adoptar medidas preventivas en las cocinas hospitalarias, «dado que en ningún momento ha habido riesgo de transmisión de la bacteria», ya que «se detectaron indicios de presencia de listeria en una lasaña, aunque la analítica reveló un resultado negativo por no alcanzar el límite establecido, diez veces mayor al hallado».

Por ello, Vera negó tajantemente que hubiera habido contaminación por listeria y acusó a los partidos de la oposición y a los medios de comunicación de crear alarma social. «Están aprovechando este caso como un arma arrojadiza para reclamar la reversión de las cocinas al sistema público», añadió.

Mientras Vera comparecía en el Parlamento, en el exterior, extrabajadoras de las cocinas hospitalarias protagonizaban una concentración para reclamar el retorno de este servicio a la sanidad pública ante los graves errores cometidos por MediCat.

En la misma línea, Bakartxo Ruiz, portavoz de Bildu, preguntó a Vera qué más pruebas necesita para que las cocinas vuelvan a ser públicas y recordó que el propio Parlamento y todo el arco sindical -desde LAB hasta el Sindicato Médico- han reclamado la reversión del servicio, ya que tres meses después MediCat es incapaz de garantizar la calidad de la comida. «Los informes de Sanidad Pública ponen los pelos de punta», destacó la portavoz de Bildu.

Asun Fernández de Garaialde (Aralar-NaBai) también subrayó que la privatización de las cocinas ha supuesto peores condiciones laborales y sanitarias y destacó que la comida forma parte del tratamiento.

Patxi Leuza (Geroa Bai) negó la acusación de crear alarma social y reclamó que se sepa la verdad para garantizar que los enfermos no corren ningún riesgo sanitario, mientras que la parlamentaria de I-E Marisa de Simón destacó que «es necesario parar esto ya».