Los inversores mantienen su sesgo optimista en los mercados de renta variable a uno y otro lado del Atlántico. Así, si Wall Street sigue haciendo historia con sus avances de estas últimas semanas, ayer en Fráncfort le imitaba el Dax con un nuevo máximo histórico. Por tanto, los índices bursátiles dan por buenos los intentos de recuperación de la economía, más creíbles en Estados Unidos, y las medidas de apoyo puestas en marcha. La política de estímulos de Ben Bernanke y el recorte de los tipos de interés en la eurozona al 0,5% se han convertido en bazas a jugar en el corto plazo, aunque todavía quedan retos sin superar. En Estados Unidos, el desempleo se encuentra en el 7,5%, una décima por encima de la línea marcada por la Reserva Federal como objetivo a lograr, mientras que en la eurozona la austeridad está impidiendo su reactivación. Al margen de la macroeconomía, los inversores están celebrando también el éxito de algunas compañías, bancos especialmente, en la consolidación de beneficios. En este contexto, el Ibex se anotó un 0,47%, y hoy saldrá con 8.544 puntos. El verde también brilló en los cierres de Fráncfort (+0,86%), París (+0,37%) y Londres (+0,55%). En el Ibex, ACS (+8,45%), Sacyr (+3,87%) y Banco Popular (+3,10%) lideraban las subidas. Entre los grandes, destacó BBVA (+1,69%). El peor fue Grifols (-5,54%), desgastado por el fracaso de un tratamiento de su rival Baxter. En París, Solvay (+5,97%) y Société Générale (+5,68%) se apuntaron los mejores balances. El banco, que despedirá a más de 1.000 trabajadores, ganó 364 millones de euros en el primer trimestre.