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apuros del gobierno de lakua

El debate sobre el calendario legislativo recuerda a Urkullu su falta de apoyos

Pese a la foto de la víspera en Ajuria Enea, el regreso del lehendakari al Parlamento volvió a mostrar la falta de apoyos del Gobierno. Interpelado por EH Bildu sobre la falta de un calendario legislativo y ante el anuncio de la próxima elaboración de un programa de leyes, todos los grupos le reclamaron que decida con quién y cómo quiere aprobarlas, para que cada proyecto no siga el mismo camino que el presupuesto.

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Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

Cinco meses después, el Gobierno de Iñigo Urkullu sigue sin haber llevado al Parlamento ni un calendario legislativo ni un programa de prioridades en las leyes. El lehendakari, interpelado por EH Bildu, se comprometió a presentar uno antes de que finalice junio. Todos los grupos de la oposición coincidieron en pedirle que concrete también la fórmula con la que pretende sacar adelante esas leyes, puesto que no dispone de apoyos suficientes para hacerlo.

Llamativamente, fue Arantza Quiroga, la portavoz del PP, el partido que más veces ha tendido la mano al Gobierno, la que con mayor crudeza explicitó la situación del Ejecutivo. Si no busca acuerdos para sacarlas adelante, ese programa de leyes «no dejará de ser una mera declaración de intenciones» y «correrá la misma suerte» que el proyecto de presupuesto, que fue rechazado o, algo peor, que después del trámite parlamentario salga un texto «totalmente distinto» a lo presentado por el Gobierno.

El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, insistió en hacerle ver al lehendakari que tiene que tomar una decisión sobre qué visión de país quiere construir y, en función de ella, elegir al «compañero de viaje» con el que desea hacer ese camino.

Laura Mintegi, de EH Bildu, demandó al lehendakari que canto antes fije prioridades en sus leyes, porque son las que marcan la dirección que pretende seguir un gobierno.

Sin definición

Iñigo Urkullu, sin embargo, volvió a huir de las definiciones que le piden el resto de grupos y siguió haciendo llamamientos a todos en general para «superar bloqueos pasados». Su discurso sigue siendo el de la voluntad de diálogo y la receptividad a las aportaciones que puedan hacer el resto de los grupos.

El portavoz jeltzale, Joseba Egibar, también tendió la mano, declarando que de la situación actual «hay que salir con acuerdos y si pueden ser entre todos mejor». Pero, dirigiéndose a la oposición, aclaró que «con ustedes o sin ustedes este pueblo tiene que avanzar y el Gobierno también tiene que avanzar». Aseguró que el Ejecutivo irá presentado leyes y que ya «se verá en qué posición se fija cada cual, para tirar adelante o no».

Da la impresión de que el PNV persiste en la idea de afrontar los proyectos de ley con la misma estrategia seguida en el caso del presupuesto: presentar su propuesta a la espera de que algún grupo quiera adherirse a ella ofreciéndole la posibilidad de hacer pequeños cambios.

Sin embargo, los dos grandes grupos de la oposición, EH Bildu y PSE, no parecen estar dispuestos a entrar a ese juego, y el apoyo del PP es insuficiente para aprobar leyes.

Programa legislativo

El debate de ayer vino motivado por la petición de EH Bildu de que el lehendakari compareciera en la Cámara para explicar la falta de un calendario legislativo. La iniciativa se cursó el 21 de marzo, al cumplirse los cien días de Iñigo Urkullu en Lehendakaritza. La coalición independentista considera que el calendario legislativo «es la columna vertebral básica» de la acción gubernamental durante la legislatura.

La solicitud de EH Bildu se cruzó con la petición del lehendakari de comparecer para dar cuenta de su programa de Gobierno y la Mesa agrupó ambas iniciativas en el pleno de la semana pasada. Sin embargo, la coalición entendía que las explicaciones sobre el calendario legislativo merecían su propio espacio y pospuso su iniciativa a la sesión de ayer.

Estos avatares hicieron que la exposición del lehendakari no aportara grandes novedades, puesto que ya había esbozado sus líneas generales la pasada semana. Sostiene Urkullu que su intención es la de presentar un programa legislativo y no un calendario. Con ese fin, los departamentos están trabajando los 16 proyectos de ley que figuran en el programa de Gobierno y para el 15 de junio deben tener listas propuestas documentadas sobre ellos.

El lehendakari aseguró que esas propuestas serán debatidas por el Consejo de Gobierno y el programa legislativo que se apruebe será remitido al Parlamento.

Aseguró Urkullu que su pretensión es hacer un programa realista que pueda ser aprobado durante la legislatura. Hizo esta afirmación en contraposición a lo ocurrido en la legislatura anterior, cuando, de 59 proyectos anunciados, quedaron pendientes 37, y de ellos 19 porque el Ejecutivo no presentó la documentación necesaria.

Junto a los 16 proyectos propios, el Gobierno de Urkullu pretende recoger también otros que llegan de la pasada legislatura, como la ley de aprendizaje a lo largo de la vida, propuesto por el PSE, y la ley del Instituto Vasco de la Memoria, sobre el que hubo un acuerdo pasado y que también están trabajando entre jeltzales y PSE.

El lehendakari cerró su intervención mostrándose abierto a aceptar las propuestas que lleguen desde los grupos de la oposición, pero el resto de los partidos siguen viendo con escepticismo este tipo de ofertas genéricas y reprochan al Gobierno que pretenda revertir sobre los demás la responsabilidad de gobernar.

EH Bildu considera imprescindible la aprobación de una Ley de Consulta

EH Bildu aprovechó el debate sobre el calendario legislativo para mostrar la necesidad de que se apruebe una Ley de Vivienda -la CAV es la única que no la tiene-, se actualice la Ley de Protección de la Naturaleza, se reforme la Ley de Servicios Sociales, se aborde con seriedad la Ley Municipal, y se incluyan también la Ley de Juventud y la de Cooperación. Y además, Laura Mintegi llamó la atención sobre la necesidad de una Ley de Consulta.

La portavoz de la coalición abertzale consideró llamativo que ni en las dos intervenciones anteriores del lehendakari, ni en el programa electoral del PNV ni en el del Gobierno, figure la aprobación de una Ley de Consulta. Y entiende que esto es más grave cuando Iñigo Urkullu ha venido subrayando la necesidad de un nuevo estatus político, pero sin clarificar cómo desarrollar ese proceso y cómo posibilitar la participación ciudadana.

Mintegi volvió a llamar la atención sobre el hecho de que la referencia a un referéndum sobre la decisión que adopte el Parlamento en torno a un nuevo estatus había desaparecido del programa de Gobierno. El lehendakari intentó negarlo señalando las páginas concretas donde figura tanto en el texto en euskara como en castellano, pero no hay referencia alguna ni a una consulta ni a un referéndum. Lo que se dice es que se prevé «someter al contraste popular el resultado de la ponencia sobre autogobierno», cuando el programa del PNV recogía expresamente que «el resultado del proceso -el año 2015- será sometido a refrendo popular». El programa de Gobierno es casi en toda su extensión una copia del electoral, por lo que resulta evidente que este cambio responde a una intencionalidad todavía no explicada.

El portavoz parlamentario del PNV, Joseba Egibar, respondió a Laura Mintegi que su partido está «a favor del derecho de este pueblo a decidir», pero sostuvo que la forma en que se articule dicho derecho debe someterse a «discusión» dentro del Parlamento, en la ponencia que se propondrá para debatir sobre un nuevo estatus político. I.I.

Gipuzkoa reitera que de Ajuria Enea no salió ningún plan

La portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte, reiteró ayer que en la reunión convocada por el lehendakari en Ajuria Enea el miércoles no se puso sobre la mesa ningún plan de reactivación económica y, por tanto, no se pudo llegar a ningún acuerdo sobre algo inexistente. Como ya explicó a la salida de la cita el diputado general, Martin Garitano, se tomó la decisión de crear una comisión que estudiaría el reparto del plus de endeudamiento al que puede dar lugar una posible flexibilización del déficit. A preguntas de los periodista en Lehendakaritza tras el encuentro, Garitano negó expresamente que se pudiera hablar de la existencia de un acuerdo.

La portavoz de la Diputación convocó una rueda de prensa para aclarar que «no hay ningún plan. Creo que es un idea muy importante. No salimos con un acuerdo y eso también es muy importante. Pensamos que Urkullu ha querido vender una foto con un guión escrito de antemano». El malestar en el Ejecutivo foral guipuzcoano es evidente y fue creciendo desde la misma tarde del miércoles, cuando comprobó cómo se estaba explotando la reunión de Ajuria Enea. Ugarte explicó que «la reunión no tenía como objetivo llegar a un consenso, sino establecer un cronograma elaborado de antemano. Nosotros fuimos a escuchar la propuesta. Pensamos que iba a ser más fructífera, esperábamos más, se tergiversó lo que ocurrió y estamos defraudados por ello».

Ugarte afirmó que la Diputación de Gipuzkoa está dispuesta a «trabajar» para superar la actual situación económica pero, visto lo ocurrido, valorarán en función de la documentación y orden del día que reciban si acude a la reunión de la comisión delegada, compuesta por los responsables de Hacienda y que tiene que ir perfilando los proyectos en los que invertir el dinero que pidan a deuda las instituciones si se amplía finalmente el límite de déficit. Ugarte señaló que los «foros» para decidir en qué emplear esas cantidades son el Parlamento de Gasteiz y las Juntas Generales de cada territorio.

La portavoz recordó que «los presupuestos se aprueban por norma foral y las flexibilizaciones de déficit también habría que plantearlas así. La arquitectura institucional que tenemos hoy en día nos da la opción de trabajar así y saltarnos esta arquitectura y trabajar de otra manera no nos parece justo». La Diputación de Gipuzkoa entiende que «si lo que se pretende es evitar esa fotografía de soledad (del lehendakari) y llevar los acuerdos a otro tipo de foros donde va a haber mayores dificultades para realizarlos, no vamos a ser cómplices de esas maniobras».

La parlamentaria de EH Bildu Belén Arrondo se pronunció en términos similares. Afirmó que Lehendakaritza ha querido «vender un acuerdo que no existe sobre un dinero que todavía, a día de hoy, tampoco existe».

La idea de que el lehendakari había buscado un foto que necesitaba tras el rechazo de los presupuestos está también en el análisis del PSE. José Antonio Pastor señaló que el resultado de la reunión no fue «un acuerdo de fondo, sino un reparto de fondos». Mostró su perplejidad por que en la reunión con los diputados forales no se tratara la fiscalidad, que el PNV siempre defiende que es una competencia exclusiva de las instituciones forales, y que ahora se traslada a la futura mesa de partidos. El PSE afirma que las reuniones están bien, pero que las decisiones deben tomarse en el Parlamento.

Por su parte, la juntera del PSE Rafaela Romero solicitó que Martin Garitano comparezca en la Cámara foral para informar sobre el contenido del encuentro, dadas las divergencias hechas públicas.

PNV y PP se mostraron satisfechos con los resultados de la reunión. El portavoz jeltzale, Joseba Egibar, vio el inicio de un camino de corresponsabilidad interinstitucional y no quiso especular con la posibilidad de que Gipuzkoa no participe en la elaboración del plan. I.I.

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