Play offs de la NBA
Los Warriors empatan la serie ante San Antonio a bombazo limpio
Un Stephen Curry no tan atinado halló el relevo perfecto en los ocho triples de Klay Thompson, que lideró a los de Oakland al triunfo por 91-100 pese al partidazo de Duncan y Parker. La defensa de Miami Heat hunde a los Bulls, que caen por un sonrojante 115-78.
Arnaitz GORRITI
Pues empate a todo, damas y caballeros. Las cuatro semifinales de conferencia se toman un descanso con empate a una victoria en todas y cada una de ellas. Tras la sorpresa que diera Chicago frente a los Heat, Miami se tomaba cumplida venganza, mientras que los Warriors aprovechaban su segunda oportunidad para igualar su ronda ante los San Antonio Spurs.
Si un triple de Manu Ginóbili «rescataba» a los Spurs en el primer partido de la serie, dando la victoria a los texanos por 129-127, esta vez el alero de los Golden State Warriors Klay Thompson se bastó para devolver el golpe a los de Gregg Popovich. Con 34 puntos y 14 rebotes, Thompson estableció un nuevo récord de la franquicia al anotar ocho triples -de nueve lanzamientos- y liderar al triunfo de los californianos por 91-100. Stephen Curry no anduvo tan acertado como otros días, aunque se bastó para conseguir 22 puntos -incluyendo un triple apoyado sobre una pierna, al estilo Marcelinho Huertas-.
La victoria de los Warriors, emulando aquella que con su celebérrimo Run TMC -un juego entre pequeños, con protagonistas como Tim Hardaway, Chris Mullin, Mitch Ritchmond y el lituano Sarunas Marciulionis- eliminó a los Spurs de David Robinson y Terry Cummings a inicios de los 90, se gestó en el juego alegre y sin complejos, con un acierto que llevó a los de Oakland a irse al descanso con 19 puntos de renta: 43-62.
Tras el receso, el bombardeo californiano cesó, mientras que Tim Duncan y Tony Parker se echaban a los Spurs a la espalda para iniciar la remontada. Entre los dos sumaron 43 puntos y 15 rebotes, amén de la aportación secundaria de Kawhi Leonard con 11 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias, o la puntual de los Bonner, Ginóbili o el pívot exbaskonista Tiago Splitter, ausente en el primer partido.
Aunque los texanos se arrimaron hasta un 72-83, los entrenados por Mark Jackson supieron mantener la calma, en especial un Jarret Jack que le puso mucha cabeza a la función de base para elevar el 1-1 a la ronda.
La venganza fue terrible
En Miami, los Heat se tomaron cumplida venganza de su tropezón ante los Chicago Bulls. A fin de cuentas, la serie sigue empatada a uno, pero lo cierto es que el 115-78 del segundo encuentro puede ejercer de perfecto reflejo de una eliminatoria en la que los de Illinois parten con bajas importantes como Hinrich, Deng y Derrick Rose. Puede que los dos primeros vayan a estar listos para disputar el tercer encuentro, mientras que el caso del tercero siga pareciéndose más a un Expediente X.
Los Heat se centraron en defender y ahogar a Nate Robinson, principal base útil de los Bulls ante las bajas de Rose -aunque este sí hace los calentamientos y en principio tiene el alta médica- y Hinrich. Y a fe que lo consiguieron. En ataque, LeBron James, que anotó sus 19 puntos antes del descanso para dedicarse después a repartir juego, dio el primer golpe ante un rival incapaz de frenarlo. Ni a él, ni a un Ray Allen que fue el máximo anotador del encuentro con 21 puntos. Chicago aguantó hasta el descanso, pero al final del tercer período, con 85-56 en el luminoso, los de Tom Thibodeau se rindieron.
En los diez últimos minutos ambos entrenadores decidieron dar descanso a sus estrellas, como un Dwayne Wade que solo disputó tres minutos en los últimos compases. Ni así lograron maquillar el resultado los Bulls, que esperan tener más efectivos para cuando la serie viaje a la «ciudad del viento». Pero habrá que ver si Derrick Rose está o no entre esos efectivos, una situación de alta médica pero sin minutos de juego que empieza a hartar a los aficionados.
La edad y la frenética actividad no perdonan, y Pau Gasol, ala-pívot de Los Angeles Lakers, ha tenido que pasar por el quirófano para tratarse de una tendinosis que afectaba sus dos rodillas. «¡Todo ha ido bien! Ahora a hacer reposo y a empezar la rehabilitación», escribía el de Sant Boi en su cuenta de twitter durante la tarde de ayer.
Así las cosas, lo más seguro es que el jugador catalán deba renunciar al Eurobasket que se disputará en setiembre -por mucho que se empeñe el seleccionador hispano Juan Antonio Orenga en afirmar lo contrario- para afrontar su último año de contrato.
La campaña 2012/13 ha sido muy compleja para Gasol en muchos aspectos, especialmente en los relacionados por la salud. Se perdió 33 partidos la pasada temporada regular por distintos tipos de lesiones, tendinitis y una ligera conmoción cerebral, más que en los doce años que lleva en la NBA.
«Mis rodillas comenzaron a ser un problema», admitió Gasol en los play offs frente a los Spurs de San Antonio. «Los tendones patellares están sufriendo. Ya no se trata de una simple tendinitis, es tendinosis», señaló.
«Es una degeneración del tejido, y ha sido algo que he tenido que hacer frente todo el año. Lo que significa que tengo que hacer algo para regenerar el tejido y dejar de jugar con dolor», añadió.
Además, su situación en los Lakers está en el aire. Cobra 19 millones de dólares y con los contratos de Bryant y Dwight Howard, sobrepasarían el tope salarial. Así pues, es posible que el de Sant Boi sea «amnistiado» de su contrato y traspasado a otra franquicia. GARA