
Colin Farrell y Noomi Rapace buscan venganza en la violenta �Dead Man Down�

M. I. | DONOSTIA
Una t�pica historia de venganzas, escrita por J.H. Wyman, ha ido a parar a manos del realizador dan�s Niels Arden Oplev, que andaba buscando un gui�n con el debutar en Hollywood, despu�s del �xito interancional de �Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres�.
Se nota la gran diferencia de estilo que media entre aquella adaptaci�n de la novela de Stieg Larsson, y esta otra muestra de cine negro y de acci�n violenta al gusto estadounidense. Lo �nico que sirve de puente entre ambas realizaciones es la presencia estelar de la actriz sueca Noomi Rapace, que aqu� cambia por completo de imagen y se olvida del personaje de Lisbeth Salander que le diera fama.
En esta ocasi�n, forma pareja con el actor irland�s Colin Farrell, en una trama que les une por su compartida sed de venganza.
Entre ellos hay tensi�n sexual y una buena qu�mica, pero su impulso actoral no es suficiente para dotar de fuerza al conjunto, perjudicado por la realizaci�n anodina de Niels Arden Oplev, nada habituado a dirigir secuencias de persecuciones y tiroteos.