El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, reconoció ayer en Doha que el inicio de las negociaciones con los talibanes afganos es complicado y les pidió que negocien la paz en Afganistán u ordenará el cierre de la oficina abierta esta semana en la capital qatarí.

«Nada viene de forma fácil. Hay que ver si podemos volver a encarrilar las negociaciones. No sé si es posible», señaló Kerry al término del encuentro de los aliados de los rebeldes armados sirios en Doha.

Hace cinco días, los talibanes abrieron una oficina en Doha para allanar el diálogo de cara a poner fin al conflicto en Afganistán, lo que contó con el visto bueno de EEUU. Sin embargo, la iniciativa indignó al Gobierno de Kabul que amenazó con no participar en el proceso de paz y se mostró irritado porque los talibanes pusieran una placa en su oficina en la que ponía Emirato Islámico de Afganistán, nombre que adoptaron para el país cuando estuvieron en el poder antes de ser derrocados por EEUU y sus aliados.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar emitió el miércoles un comunicado en el que aclaraba que el nombre de la sede era «Oficina de los Talibanes Afganos» y que la citada placa había sido retirada.

El Gobierno de Hamid Karzai mostró igualmente su rechazo por las informaciones en prensa que indicaban que las negociaciones de Doha se iniciarán con una reunión de una delegación de EEUU y otra insurgente, sin presencia del Gabinete afgano.