Un total de 19 bomberos murieron el domingo mientras intentaban apagar el incendio que se declaró el pasado viernes en Yarnell Hill, en el estado de Arizona. El fuego comenzó al parecer a causa de un rayo y a lo largo del fin de semana se propagó rápidamente hasta los 1.000 acres, quemando varias viviendas y obligando a evacuar varias localidades. Los bomberos fallecidos, que pertenecían a un cuerpo de elite, trabajaban en crear un cortafuegos, cuando quedaron atrapados.

El incendio coincidió, además, con una intensa ola de calor durante el fin de semana que afectó a estados del suroeste de EEUU como California, Nevada y Arizona, y llevó a los termómetros a superar los 45 grados.

En La Vegas la temperatura en el aeropuerto alcanzó su récord histórico de 47 grados y los servicios meteorológicos pronosticaban que en el Death Valley de California se iban a superar los 50 grados, cerca del hito de 53 grados de 1913.

El domingo «fue el día más oscuro que puedo recordar» dijo la gobernadora de Arizona.

Se trata de la peor tragedia para los bomberos en EEUU desde los atentados del 11-S donde murieron 340 bomberos en las Torres Gemelas.