Aparte del de ariete, pocos puestos han traído tan de cabeza al staff técnico en los últimos tiempos como el del lateral izquierdo. Desde la venta de Natxo Monreal es una posición que ha quedado huérfana, cubierta con soluciones improvisadas y por la que los rivales han encontrado un auténtico filón para horadar la meta osasunista. La llegada de Joan Oriol, cuyo fútbol destaca más por el aspecto defensivo, puede acabar con tantas deficiencias, pero el catalán tendrá que saber lidiar con la ansiedad que desde hace dos años hay por cubrir con garantías ese costado.

Traspaso de Monreal. La venta del de Eskirotz a mediados de junio de 2011 al Málaga por seis millones de euros confirmó en modo monetario las expectativas que se habían generado en el canterano después de que debutase en Hamburgo en la ida de la previa de Champions de la mano de un visionario Cuco Ziganda. Con el tiempo, el ahora internacional acabó siendo dueño indiscutible del lateral izquierdo y su ausencia, a posteriori, se ha dejado notar.

Cesión de Raitala. Tras haber ingresado esa importante cantidad de dinero, Osasuna buscó en el mercado un recambio de garantías -el propio Oriol, su compañero Marcano o el francés Marange-, pero ninguna operación terminó de cuajar. Mes y medio después de la venta de Monreal, aterrizó Jukka Raitala en calidad de cedido y con opción de compra. El finés no acabó de integrarse ni en el campo -jugó 17 partidos, 13 como titular- ni en el vestuario, por lo que Mendilibar se vio obligado a buscar alternativas.

Apaño con Damià. Cuatro jornadas ligueras duró la confianza del técnico zaldibartarra en el escandinavo. Como solución improvisada tiró del hasta entonces lateral derecho Damià para ocupar el costado zurdo de la zaga en Granada, repitiendo también en San Mamés. Lo que comenzó siendo un apaño, con el tiempo ha acabado como algo habitual en las alineaciones de Mendilibar, especialmente en la última campaña, en la que el catalán ha jugado sobre todo por la izquierda.

Satrustegi, el futuro. Las muchas dudas por el rendimiento en ese puesto llevaron al preparador rojillo a tratar de buscar en Tajonar una solución a sus problemas. Decidió dar la alternativa a Eneko Satrustegi el 6 de noviembre de 2011, aunque en el complicado desplazamiento del Bernabéu, campo en el que también jugó unos minutos Marcos Pérez. El defensa de Atarrabia repitió titularidad en Cornellà y disfrutó de continuidad entre las jornadas decimoquinta y vigesimoprimera. Después desapareció y fue cedido esta pasada campaña al Numancia para anunciarse hace unas semanas que formará parte del primer equipo en la 2013-14.

Roversio no cuajó. En ese cúmulo de probaturas, Roversio también dispuso de su oportunidad en el lateral izquierdo. Fue el 4 de diciembre de 2011 coincidiendo con la visita del Betis, cuando Mendilibar sorprendió a todo el mundo colocando en esa posición al brasileño. Jugó 75 minutos, con más sombras que luces, siendo sustituido para el último cuarto de hora por Raitala. Roversio también fue utilizado en un par de ocasiones en el lateral derecho, demostrando que no era un jugador con unas características idóneas para el puesto, como quedó patente en su marcaje a Cristiano Ronaldo.

Nano, segunda intentona. Tras devolver a Raitala, Osasuna volvió a embarcarse en el verano pasado en la ardua tarea de hacerse con los servicios de un lateral zurdo de garantías. Finalmente, las redes cayeron sobre Nano, que había realizado una notable temporada en el Numancia retrasando su habitual posición de interior. Sin embargo, la apuesta tampoco dio los frutos apetecidos. Sus apenas 16 titularidades ligueras le embocan a un casi seguro camino de vuelta hacia Soria.

Oier, el multiusos. El futbolista más polivalente de la plantilla -el lizartarra jugó hasta en seis ubicaciones el año pasado- también probó en el lateral izquierdo. Mendilibar lo ubicó ahí en la segunda parte del encuentro de Zorrilla, que fueron algunos de los mejores minutos de la temporada. Repitió en los dos encuentros siguientes, con sendas derrotas ante el Espanyol en El Sadar y el Málaga, fuera.

Echaide, anecdótico. Jon Echaide no contó apenas nada para Mendilibar en la 2012-2013, pero curiosamente, y en sintonía con las decisiones sorpresivas de las que suele hacer gala el vizcaino, lo colocó de titular en la decimoquinta jornada, coincidiendo con la visita del Valencia. Sin ritmo, el de Barañain se manejó como pudo ante un Feghouli que le exigió más de lo que el navarro podía dar en aquellos momentos. Jugó su última hora con el primer equipo rojillo para ser cedido posteriormente al Huesca.

Joan Oriol, la esperanza. Una cara nueva siempre trae esperanza y en el entorno rojillo se confía que en esta ocasión sí se haya podido dar con la tecla. De hecho, Joan Oriol era el lateral que, dentro del mercado al que puede acceder Osasuna, Mendilibar deseaba para la próxima temporada. En poco tiempo se podrá comprobar si el catalán responde a las expectativas.