Los pueblos de Araba reclaman que no desaparezca el ferrocarril
En muchos pueblos de Araba existe el temor de que tras las anunciadas reducciones de frecuencias por parte de Renfe, el servicio de ferrocarril desaparezca en este herrialde. Junto a ello, denuncian que el servicio actual tampoco es capaz de atender a las necesidades de la ciudadanía de estas poblaciones alavesas. Agurain acogió ayer una concentración impulsada por varios alcaldes con el objetivo de denunciar esta situación.
GARA | AGURAIN
Convocados por un grupo de alcaldes alaveses, decenas de personas participaron en una concentración ayer en Agurain para denunciar que el servicio ferroviario en los pueblos está en peligro de desaparición.
Los electos denuncian que en las últimas décadas se ha reducido la frecuencia de los trenes con parada en los pueblos alaveses, lo que ha provocado que se convierta en un medio de transporte ineficaz que no responde a las necesidades de la ciudadanía, por lo que el número de pasajeros ha descendido.
La situación puede ir a peor, ya que el Gobierno español tiene un plan para reducir aún más estas frecuencias para el próximo 23 de junio. De este modo, Dulantzi, Agurain y Asparrena se quedarán con tres únicos servicios a Gasteiz, mientras que en Iruñea-Oka, Argantzun y Erribera Beitia no habrá más que un único tren al día.
«Esta drástica disminución supondrá que el propio modo de transporte resulte cada vez más inútil para las necesidades diarias de la ciudadanía de nuestros municipios. Por lo tanto, es fácil vaticinar que provocará una nueva reducción de personas usuarias y mucho nos tememos que sea el paso previo al desmantelamiento definitivo de cualquier atisbo de tren de cercanías en Araba», destacan los alcaldes.
La protesta fue convocada por el presidente de la cuadrilla de Agurain, Gustavo Fernández; la alcaldesa de Agurain, Maider García de Vicuña; el alcalde de Dulantzi, Joseba Garitonaindia; el de Asparrena, Diego Gastañares; el de Donemiliaga, David López de Arbina; el de Barrundia, Afro Olabe; el de Iruraiz-Gauna, Fernando Pérez de Onraita; la alcaldesa de Burgelu, Nati López de Munain; y el alcalde de Zalduondo, Eduardo Ribaguda.
Por otra parte, el Gobierno de Lakua ha mostrado su malestar a Renfe porque los Alvia entre Gasteiz e Iruñea no paran en Dulantzi, Agurain, Araia, Etxarri-Aranatz ni Uharte-Arakil.
EH Bildu mostró su apoyo a la concentración de ayer en Agurain y presentó en las Juntas Generales de Araba una interpelación a la diputada de Obras Públicas, Alicia Ruiz de Infante, para que explique cómo piensan minimizar la afección de trenes.
En opinión de EH Bildu, mantener el corredor ferroviario para el transporte de viajeros en Lautada es prioritario, según destacó el procurador Patxi Martínez de Albéniz, que es además presidente de la ponencia de transporte que ha finalizado sus trabajos recientemente. «Todos los que han comparecido han destacado la necesidad de mantener esa línea de comunicación», recordó.
La respuesta de la Diputación fue que se estudiarán las fórmulas para complementar con el bus las frecuencias que se puedan perder en el tren para minimizar la hipotética supresión de trenes y planteará a Renfe la necesidad de mantener plenamente operativa esta línea. En las localidades afectadas, existe además un malestar porque ninguna institución confirma cuáles son los verdaderos planes de Renfe para esta línea.
El grupo del PNV en las Juntas alavesas, por su parte, agradeció «la implicación» del Gobierno de Lakua, que ha planteado gestionar con EuskoTren las conexiones de Gasteiz con Miranda de Ebro y Altsasu.
AHT Gelditu destacó ayer que el anuncio del Gobierno francés de que retrasará hasta 2030 la conexión del TAV entre Hendaia y Burdeos «demuestra que el proyecto de la `Y vasca' está fracasando».
Araba no es el único herrialde que teme que instituciones estatales reduzcan todavía más la presencia del tren en localidades de su territorio.
En Nafarroa, se prevé eliminar las líneas Gasteiz-Iruñea, Iruñea-Castejón y Castejón-Iruñea e Iruñea-Miranda de Ebro, además de serias reducciones entre Castejón y Zaragoza. Renfe argumenta que se pondrán en marcha nuevos servicios entre las grandes ciudades, pero las pequeñas localidades perderán servicio.
También la viabilidad de la línea Baiona-Garazi estuvo en cuestión en 2007. Actualmente, no está plenamente operativa por obras, pero se mantiene el temor de que París se replantee el cierre. GARA