El Ibex no tira la toalla en la escalada iniciada en julio. Tras dos días de bajadas, volvía ayer a las alzas. No obstante, estuvo toda la mañana en rojo y no fue hasta la tarde cuando pasó al otro lado para culminar un cierre positivo. De hecho, borra los descensos del lunes y el martes, con lo que apunta de nuevo a los 8.600 puntos. Se vio su fortaleza al esquivar la salida bajista de Wall Street y las duras recomendaciones del FMI y de Olli Rehn, vicepresidente económico de la CE, para un recorte adicional del 10% a los salarios en el Estado español. También era capaz de soportar la influencia negativa de Londres y Fráncfort, así como el descalabro sufrido por el Nikkei japones (-4%). La gasolina del índice principal del SIBE procedía del buen tono de la prima de riesgo, por debajo de los 290 puntos, y la respuesta positiva de la banca mediana. La reacción vespertina del Ibex le llevó hasta los 8.574,10 puntos, después de anotarse un 0,52%. También París (+0,15%) acababa con ganancias, mientras que Londres (-1,41%) y Fráncfort (-0,47%) eran pasto de las ventas. El índice FTSE 100 sufría por la decisión del Banco de Inglaterra de mantener los tipos en el 0,5% hasta que caiga el desempleo al 7%. Por valores del Ibex, despuntaron Sabadell (+6,74%), Popular (+5,36%) y Caixabank (+3,42%) Ninguno de los grandes cerró a la baja. De ellos, el mejor fue Telefónica (+0,74%). Las acciones de BME e Indra, que perdían más de un 2%, registraron los peores balances. En París, Veolia Environnment (+3,08%) y Gemalto (-2,51%) ocupaban los extremos de la lista de variaciones de la jornada.