Asier Otxoa e Izarraitz Zulueta no olvidarán nunca las fiestas de este año. Siempre recordarán que el 7 de agosto de 2013 cruzaron la plaza Nueva de Gasteiz como Celedón Txiki y Neska Txiki. Un honor que, tal como sostiene Zulueta, «solo pasa una vez en la vida».

Los dos recuerdan cómo recibieron la noticia. «Lo primero que pensé es que me lo iba a pasar muy bien», señala Otxoa, que, a sus once años, realiza todos los días los paseíllos de ida y vuelta a los toros junto a sus compañeros de la cuadrilla Basatiak.

Zulueta, que ayer cumplió once años, reconoce que su designación fue un regalo adelantado. «Como el día 7 es mi cumpleaños, pensé que representar a Neska Txiki sería un regalo más», relata mientras destaca que la coincidencia de las dos fechas ha supuesto una motivación extra.

Un plus con el que afrontar una jornada maratoniana, que comenzó temprano, a las nueve y cuarto de la mañana, y finalizó con el paseíllo de vuelta. Doce horas frenéticas marcadas por la bajada, en la que se dieron cita miles de personas, y los actos protocolarios, como es el caso de la ofrenda a la Virgen Blanca, patrona de la ciudad.

Preguntada por el resto de los días, Izarraitz Zulueta, que recorre las calles de Gasteiz con el escudo de Txirrita cosido en el traje de neska, muestra su predilección por los conciertos y los paseíllos de ida y vuelta al Iradier Arena. «Además, las fiestas son divertidas porque hay muchas actividades para los niños y las niñas», añade.

En la misma línea, Otxoa también opina que los paseíllos son el mejor momento de las fiestas de La Blanca. Solo cita un excepción, la bajada de Celedón Txiki y Neska Txiki. «La bajada, los paseíllos y los juegos que prepara mi cuadrilla son las cosas que más me gustan de las fiestas de Gasteiz», manifiesta el blusa.

Los dos lanzan un mensaje a todos los blusas txikis y neskas txikis de la capital alavesa, que ayer se calzaron las abarcas y se pusieron la blusa y los pololos para disfrutar de su día grande. «¡Pasadlo bien y bailad con nosotros!», invitaron.