La Casa Blanca anunció ayer que el presidente Barack Obama no se reunirá en setiembre con su homólogo Vladimir Putin, como estaba previsto en vísperas de la cumbre del G20. Entre los motivos esgrimidos para esta cancelación, remarcó la «decepcionante» decisión de Rusia de conceder asilo político temporal al extécnico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, que reveló a través de WikiLeaks los programas de espionaje masivo de EEUU.

Destacó también la «falta de avances» en temas como la defensa antimisiles, las relaciones comerciales, asuntos de seguridad global y de derechos humanos, entre otros, «en los últimos doce meses» para que pueda desarrollarse la cumbre americano rusa en setiembre.

La reunión se había anunciado en la cumbre del G8 el pasado junio. «Se ha informado al Gobierno ruso de que creemos que sería más constructivo posponer la cumbre hasta que tengamos más resultados en nuestra agenda», concluyó el comunicado.

La expresión «en los últimos doce meses» deja entrever la crítica al papel de Putin, que accedió a la Presidencia en mayo de 2012. Desde entonces, las relaciones entre ambas potencias se han enfriado y los problemas aumentaron con la guerra civil siria.

Además, «la decisión decepcionante de Rusia de acordar un asilo temporal para Edward Snowden también ha sido un elemento que hemos tenido en cuenta para evaluar nuestras relaciones», explicó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

En una entrevista con el programa «The Tonight Show» del popular presentador Jay Leno el martes por la noche, Obama dejó patente su malestar por este caso. «Estoy decepcionado, porque aunque nosotros no tengamos un tratado de extradición con ellos, tradicionalmente hemos tratado de respetar sus demandas si hay alguien que transgreda la ley o que supuestamente transgrede la ley en su país», señaló. «De alguna manera es el reflejo de algunos desafíos que hemos tenido con Rusia últimamente», agregó.

«Mentalidad de la Guerra fría»

No obstante, descartó que haya habido «rupturas importantes» en la relación entre ambos países. «Todavía hay muchas cosas que podemos hacer con ellos», dijo. «Pero ha habido momentos en los que hemos vuelto a la manera de pensar de la Guerra Fría y a la mentalidad de la Guerra Fría», criticó.

«Lo que yo digo permanentemente, lo que dijo al presidente Putin es que es el pasado y que debemos pensar en el futuro. No hay razón para que no podamos cooperar más eficazmente de lo que lo hacemos», añadió.

Parafraseando a Obama, la Presidencia rusa expresó su «decepción» por la cancelación de la reunión, que interpreta como una rechazo de Washington a cooperar «en pie de igualdad» El portavoz del Kremlin para política exterior, Yuri Ushakov, aseguró que la invitación sigue en pie y se mostró dispuesto a trabajar con Estados Unidos.

Está claro que esta decisión (de anular la visita de Obama) está relacionada con una situación con el ex empleado de los servicios secretos de EEUU que nosotros no hemos creado», señaló Ushakov. El asesor del Kremlin insistía así en la postura mantenida por Moscú de que la concesión de asilo temporal el pasado 1 de agosto fue un acto humanitario, ya que el joven prófugo de la Justicia de EEUU llevaba atrapado casi un mes y medio en la zona de tránsito de un aeropuerto moscovita sin poder volar a ningún país por falta de documentos.