Coincidiendo con el final del parón liguero, la Real Sociedad podría tener un nuevo `fichaje' para su visita al Ciutat de Valencia, donde se medirá mañana a las 18.00 con el Levante. Se trata de un central natural de Arrasate, de 1,90 metros de estatura y 79 kilos de peso, que se caracteriza por su contundencia a la hora de frenar a los delanteros rivales. En definitiva, estamos hablando de Mikel González.

El defensa guipuzcoano podría regresar este fin de semana a la competición después de sufrir una fractura de vértebra mientras se ejercitaba en el gimnasio. Este hecho le ha tenido apartado de los terrenos de juego durante dos largos meses.

Sin embargo, el blanquiazul ya lleva varias semanas entrenándose con normalidad. Además, como bien certificó ayer en rueda de prensa, «estoy disponible». Es más, Mikel agregó que «si estoy disponible para jugar, estaré disponible para entrar desde el principio o cuando me necesiten. Si ya estás entrenando, es con todas las consecuencias; no tengo ningún pero».

Siguiendo con el optimismo que el propio jugador mostró, es muy probable que Jagoba Arrasate lo alinee de inicio, ya que Iñigo Martínez, que ayer realizó trabajo personalizado tanto sobre el césped como en el interior de las instalaciones, aún no se ha recuperado del todo de unas molestias que le privaron de ir con la selección española.

Por lo tanto, el jugador dejó la pelota en el tejado de su técnico, que será quien decida finalmente el once que utilice en el Ciutat de Valencia. Mientras el preparador de Berriatua baraja las distintas opciones, Mikel González reconoció ante los medios que la lesión ha sido un tema que «lo he llevado con mucha naturalidad» durante estos dos meses. «La recuperación ha sido buena, más o menos en los tiempos que me habían dicho, con una evolución de más a menos, progresiva. Todos se han portado fenomenal», agregó.

Durante este período de tiempo, el central ha tenido que seguir desde fuera del campo la progresión de su equipo. Así, en la previa de Champions frente al Lyon, reconoció que los txuriurdines fueron «superiores». Además, «hemos dado espectáculo y hemos seguido claramente la línea del año anterior», reconoció orgulloso el futbolista.

De hecho, alabó el trabajo de sus compañeros en la fase previa, ya que «han estado fenomenal y ahora todos tenemos esa oportunidad de poder disfrutar» de la Champions League.

Todo ese buen trabajo realizado hasta ahora, sumado a la gran campaña del pasado año, ha hecho que la gente hable de la Real: «Algo de nombre y respeto sí que nos hemos ganado». Al respecto, indicó que «es halagador, pero a la vez es una responsabilidad de que tenemos que seguir haciéndolo bien, tenemos que mantener el buen nivel que dimos el año pasado».

«Puede haber una evolución»

De hecho, fue el primero en autoexigirse de cara a esta dura e ilusionante temporada: «Todos, como personas, en nuestros oficios intentamos mejorar día tras día. Mejorar lo del año pasado estaría bien. Yo para eso entreno. Creo que puede haber una evolución y una mejora, y para eso estamos aquí».

Y el primer paso se debe dar frente al Levante, un equipo que a la Real se le ha atragantado los últimos años. «No nos tenemos que volver locos o que sea algo especial hacia el campo. Es cierto que no hemos sacado buenos resultados en ese campo y nos tiene que valer para ponerle más importancia», indicó.

Por su parte, Dani Estrada también mostró su parte de compromiso con el club. El zarauztarra admitió que frente al Elche (1-1) jugó «con dolor». Y es que, «era un partido importante, Charly (Carlos Martínez) también estaba lesionado, y si hay que forzar alguna vez, en este tipo de partidos tiene que ser», explicó el lateral derecho, quien también estará a disposición del técnico para mañana.

Por otro lado, Dani Estrada recalcó que «la vara de medir tiene que ser la Liga. La Champions es un reto diferente y en la Liga es donde tenemos que dar el callo. Tenemos que ir contra el Levante igual de motivados que a los partidos de Champions. Ese será el secreto o el truco para este año andar bien».