Daniel Sánchez Arévalo goza ya de un prestigio que se inició con «Azuloscurocasinegro», al recibir el Goya de Mejor Director Revelación. A continuación hizo «Gordos», que le valió su segunda nominación consecutiva al Goya de Mejor Guión. «Primos» ha sido su tercer trabajo, y el mejor de todos, demostrando un gran talento para la comedia sin caer en los tópicos del género instalados en el mercado interior.

A pesar de lo que se desprende del título, «La gran familia española» quiere seguir presentando personajes originales, alejados del humor más trillado. Su crítica social se circunscribe al ámbito doméstico, utilizando como escenario propicio la celebración de una boda.

Al ritmo del tiki-taka

La fiesta nupcial tiene lugar durante la transmisión de la final del campeonato mundial de fútbol de Sudáfrica. Sirve de metáfora para diferenciar la generación ganadora del tiki-taka, con aquella otra que nunca pasaba de los cuartos. La diferencia de edad entre los cinco hermanos que componen la familia del novio permite introducir el símil en cuestión. Su padre, interpretado por Héctor Colomé, quería tener una descendencia numerosa en honor al musical «Siete novias para siete hermanos», que es homenajeado mediante un número de baile.

El esquema de comedia coral facilita la composición de un nutrido reparto, en el que Sánchez Arévalo vuelve a contar con sus predilectos Quim Gutiérrez y Antonio de la Torre. El papel del hermano con un ligero retraso mental corre a cargo de Roberto Álamo.