Si los contenidos de Mediaset y Tele-5 ya son de por sí temibles, el horror se apodera de ellos en las series y programas para adolescentes. Así que nada mejor que hacer un producto terrorífico directamente, que bien podría haber sido una telemovie, pero que se ha acabado estrenando en los cines.

El reparto lo integran rostros conocidos de la pequeña pantalla, toda vez que el argumento tiene una significación autorreferencial. Hay un actor que es el ídolo de las menores gracias a un relaity titulado «Campamento sangriento». El chico aprovecha la fama para multiplicar sus relaciones sexuales, pero las fans se sentirán traicionadas y pondrán en marcha un plan para vengarse del guaperas y humillarlo en las redes sociales. Pero algo saldrá mal y los fingidos asesinatos y torturas se volverán reales.

«Misery» en la distancia

Stephen King y su adaptador Rob Reiner ya describieron muy bien en «Misery» el tipo de pulsión que lleva a una fan a transformar la admiración por su ídolo en una pasión violenta, y por lo tanto peligrosa para la integridad fisica del famoso. Lo que allí era un acto individual, digno de estudio, en «Afterparty» se pierde en medio de la masificación y despersonalización del fenómeno, con su consiguiente e insoportable histeria.