El portavoz del Ejecutivo jeltzale, Josu Erkoreka, anunció ayer la apertura de una investigación interna en el seno de la Ertzaintza para esclarecer lo ocurrido el lunes en Hernani, donde resultó herida Amalur Mendizabal. La senadora de Amaiur, que protestaba por la detención de 18 ciudadanos vascos vinculados con Herrira, recibió un fuerte golpe en la cabeza durante una carga de la Policía autonómica.

En una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Erkoreka señaló que la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, ya ha acordado la apertura de diligencias internas para analizar la actuación de los agentes de la Ertzaintza y saber «qué es lo que exactamente ha ocurrido a efectos de, en su caso, determinar las responsabilidades pertinentes».

Según explicó, este tipo de investigaciones se acometen «automáticamente» siempre que una actuación policial desemboca o produce lesiones de las que «emana sangre». «Por tanto, la Ertzaintza va a iniciar ya esta diligencia interior para planificar lo ocurrido y determinar las responsabilidades que puedan concurrir», añadió.

Si Mendizabal presenta una denuncia contra la Ertzaintza, el portavoz destacó que esta «desembocará en una investigación judicial. Y en su caso, la actuación del Gobierno tendrá que ponerse a disposición de las instrucciones que procedan de la autoridad judicial».

A este respecto, cabe recordar que los mandos de la Policía autonómica pusieron a sus agentes a disposición de la Guardia Civil durante la redada contra Herrira. Una operación policial de la que, al parecer, el Gabinete de Urkullu no había sido avisado con antelación.

Cuestionado por la actitud de la Ertzaintza, que cargó contra las personas concentradas frente a las sedes de la plataforma de defensa de los derechos de los presos, Erkoreka dijo que los agentes dependientes de Lakua «se limitaron a hacer una labor complementaria para asegurar el orden público» mientras tenían lugar las detenciones.

Petición de EH Bildu

El portavoz de Lakua subrayó que la sociedad vasca no entiende que en estos momentos, «en los que se espera que todo el mundo sea constructivo», el Ejecutivo español ponga en marcha operaciones policiales que «recuerdan al pasado», y de hecho añadió que su propio Gobierno «creía que no iban a volver más».

Antes de que Erkoreka anunciara en su rueda de prensa, a preguntas de los periodistas, la apertura de una investigación interna, el grupo parlamentario de EH Bildu había comparecido para dar cuenta de la presentación de una solicitud urgente de comparecencia de la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, para informar de las medidas disciplinarias que se adoptarán en la Ertzaintza contra el mando que dirigió la carga policial en Hernani y contra el agente que agredió a porrazos a la senadora Mendizabal.

EH Bildu estudia también la presentación de otro tipo de iniciativas parlamentarias en torno a esta cuestión.

Tras tener referencia directa de la actuación de la Policía autonómica en distintos lugares donde se produjeron las detenciones, el grupo soberanista exigió al PNV «que dé pasos para el desarme represivo de la Ertzaintza después de la imagen lamentable e insoportable que este cuerpo ofreció mientras la Guardia Civil actuaba contra Herrira».

En rueda de prensa, el parlamentario Julen Arzuaga, acompañado de otros miembros de su grupo, subrayó que «todos los agentes debemos dar pasos para instaurar una paz completa, también la Ertzaintza»; de ahí la exigencia de EH Bildu a la formación jelkide para el «desarme represivo» de ese cuerpo policial.

En el mismo sentido, la coalición independentista se dirigió también al lehendakari, Iñigo Urkullu, para pedirle un compromiso firme en esta materia, que no ha visto en sus últimas declaraciones. «Las equidistancias ya no valen -comentó Arzuaga-. O se sitúa al lado de la paz o lo hace con el Gobierno español en contra de la paz».

En relación con la operación contra Herrira, Julen Arzuaga destacó que «es justo trabajar en defensa de los derechos de las personas presas; lo injusto es criminalizar esa labor». Ahondó en que «es justo protestar de forma pacífica contra lo que pasó ayer [por el lunes], como evidencia la actitud modélica que tuvo la gente; lo injusto es la ocupación militar que hubo y las cargas policiales».