Los inspectores que supervisan el desmantelamiento del arsenal químico en Siria han hecho progresos alentadores, y los documentos aportados por el gobierno sirio «parecen prometedores», según la ONU. Así, deberían poder comenzar la semana que viene las inspecciones y el desmantelamiento de los stocks estimados en más de mil toneladas. El presidente sirio, Bashar al Assad, indicó que estas armas se encontraban en manos de «fuerzas especiales», las únicas capaces de utilizarlas. «Preparar estas armas ha sido una operación técnica compleja y es necesario un proceso especial que para usarlas requiere, en último término, una orden central del Estado Mayor del Ejército. Es imposible que hayan sido utilizadas», explicó a la cadena de televisión turca Halk-T. Negó además que el Ejército hubiera utilizado armas químicas en el ataque del 21 de agosto cerca de Damasco.