Empezar en casa una temporada que se prevé dura está bien. No así que a última hora se apilen bajas y dudas por problemas físicos de tipo muscular. Cualquiera diría, ya que Bilbao Basket va a debutar esta noche frente al CAI Zaragoza, que la «Pilarica» ha hecho presión para que los maños saquen su primer triunfo del feudo bilbaino, dejando con un palmo de narices a los de Rafa Pueyo.

Después de jugar un partidazo ante los Sixers, en el tramo final del duelo del pasado domingo Dairis Bertans caía lesionado por una rotura fibrilar, de forma que el «cohete letón» se perderá las dos primeras semanas de competición. Acto seguido, Vrkic también se quedaba fuera de conbate del estreno de Miribilla por una rotura grado I del gemelo interno de su pierna derecha y, como postre, Alex Mumbrú es seria duda para hoy, también por problemas musculares -el alero badalonés padece una microrrotura en el cuádriceps de la pierna derecha-.

Esos inconvenientes dejan la línea exterior vizcaina en cuadro, lo que obligará a Rafa Pueyo a alternar a Grimau como base y alero, dar más minutos a Fran Pilepic -que la campaña pasada anotó 30 puntos ante la escuadra zaragocista- y que Sergio Sánchez deba estar preparado para saltar a la cancha.

«Tener dos bajas seguras y la microrrotura de Alex tampoco es lo mejor para empezar. No es como quieres debutar. Pero en estos casos, los jugadores sanos suelen dar un paso al frente, aunque necesitaremos que los jugadores den varios pasos al frente», afirmaba, entre resignado y ambicioso, Rafa Pueyo, en su alocución semanal.

El técnico vizcaino, debido a las ausencias y tras mostrarse «pesimista» sobre el concurso de Mumbrú, consideraba que «habrá que cambiar cosas. Es evidente que tanto el juego de ataque como la defensa se resentirán mucho. Estamos obligados a ajustar cosas».

La «marea negra»

El CAI Zaragoza, pese a la lesión de larga duración de Henk Norel, se presenta como uno de los equipos que, en principio, mejor se ha reforzado de la temporada. El propio técnico maño, José Luis Abós, reconocía que su equipo «ahora es más visible que la pasada temporada. El año pasado parecía que no se nos tenía tan en cuenta, pero ahora parece que se nos respeta más».

Ciertamente, la llegada de todo un campeón de la Euroliga como Shermadini, o un Pere Tomàs que llega del Joventut y que en la pretemporada ha ofrecido un rendimiento más que aceptable, convierte a los aragoneses en un rival peligroso. Por lo que Bilbao Basket, más aún con las ausencias referidas, deberá echar mano de la «marea negra» de su afición, algo en lo que Rafa Pueyo confía de pleno.

«Más que nunca, nos va a hacer falta su apoyo para vencer a un rival que viene de hacer una magnífica temporada -acabó en tercera plaza tras colarse en semifinales- y que, pese a las bajas, se ha reforzado con jugadores internacionales de alto nivel», explicaba.

Con todo, desde el ascenso de Bilbao Basket a la Liga ACB, la temporada 2004/05, el CAI Zaragoza no ha conseguido ganar en ninguna de las cuatro ocasiones en las que ha venido de visita a la capital vizcaina. De hecho, fue el pasado 28 de abril el duelo en el que más cerca se quedaba: 100-90. Pese a los 25 puntos de Pablo Aguilar y los 20 de Norel -ausentes los dos; lesionado el holandés y en Valencia el andaluz-, los 30 puntos de Pilepic, más el buen partido de Hamilton y Mumbrú, acabaron con la resistencia de los de Abós.

Eso sí, el técnico aragonés advertía que «ya la pasada temporada conseguimos imponernos en varias canchas en las que no ganábamos nunca. Así que vamos a intentar ganar también en la del Bilbao Basket».

Más que nunca, el equilibrio del juego bilbaino será esencial, sobre todo por las ausencias del exterior, y porque debutantes como Kavaliauskas o Carmichael pueden pagar la novatada. Y porque la «Pilarica» acecha.