Los libreros europeos resisten a pesar de las ventas online
GARA | FRANKFURT
A pesar de que las ventas de libros por internet sean altas y propicien una situación no muy buena para los libreros europeos, estos resisten gracias a las normativas que regulan la venta de libros.
«La situación es la misma para todos: difícil», dijo Matther Montchalin, el presidente del sindicato de la biblioteca nacional francesa, durante su participación en el encuentro europeo del sector editorial en la Feria del Libro de Frankfurt. Según el, los pequeños libreros sobreviven gracias a que, aunque su clientela no crezca, ésta se mantiene estable.
De hecho, aunque el desgaste del mercado del libro sea constante, las ventas en Internet aumentan más lentamente que en el pasado, lo que permite a las librerías tradicionales limitar los daños. Aun así, la salud del comercio sigue siendo precaria. En muchos lugares europeos, como en el Estado francés o en Alemania, es posible mantener el sector gracias a que la ley exige que sea la propia editorial la que estipule un precio para cada nueva publicación.
Como la unión hace la fuerza, una agrupación de editores, libreros y autores pusieron en marcha en setiembre una campaña a través de Gran Bretaña e Irlanda llamada «Los libros son mi bolso» que pretende poner en valor los libros.
Premio de la Paz
La Feria del Libro de Frankfurt es el mayor encuentro del sector a nivel europeo, por lo que sirve para que los profesionales entablen relación y compartan ideas. Ayer pasó por la feria Svetlana Alexievich, escritora y periodista bielorrusa a la que el colectivo de libreros alemanes le han concedido este año el Premio de la Paz. Aunque su obra, en general, esté ligada a la extinta Unión Soviética, la propia escritora destaca que sus libros apuntan también a la situación actual de su país y de Rusia. «Escribo desde hace cuarenta años y trato de reflexionar sobre lo que fue la utopía roja».