ZIENTZIA
«La inteligencia siempre está en cuestión. Nos retan continuamente»
Estos guipuzcoanos tienen voz y voto en el comité directivo de la mayor asociación internacional de superdotados, ya que han sido elegidos presidenta y vicepresidente de Mensa España. Quieren dar a conocer esta asociación que tanto les gratifica, para que otros la disfruten como ellos.
Maider IANTZI | DONOSTIA
Uno de los objetivos de Mensa es contribuir a la sociedad. Cuenta actualmente con más de 110.000 miembros distribuidos por los cinco continentes, personas con capacidades multidisciplinares que pueden servir de gran ayuda. Por poner un ejemplo, este año han creado el grupo Mensa Empresa.
Supongamos que una empresa se encuentra atascada en un dilema del tipo que sea. «Nos plantean el problema; nos juntamos un grupo multidisciplinar y luego les damos nuestra opinión, de manera altruista», explican los dos representantes guipuzcoanos.
Además, la asociación tiene como finalidad fomentar la investigación y crear un entorno estimulante para los socios. Esto último, indirectamente, también repercute a la sociedad, en la medida en que hace que uno se sienta más cómodo con sus capacidades y las utilice más. Se aprende mucho y eso revierte en el entorno de cada persona.
«Hemos cogido unas tareas bastante ambiciosas como nuevos en estos cargos», indican Elena Sanz y Patxi García, de 50 y 51 años, respectivamente. La presidenta de Mensa España nació en Errenteria y es vecina de Astigarraga; el vicepresidente es elgoibartarra y vive en Mutriku.
Dar valor y desmitificar
GARA se reúne con ellos una tarde cálida en Donostia. Sanz ya ha acabado la jornada en los Laboratorios de Fraisoro de la Diputación de Gipuzkoa, donde es responsable de Aguas. García hace una pausa en la oficina de una multinacional sueca, en la que lleva veinte años como directivo. En torno a un café, destacan dos ideas: «Por un lado, queremos darle valor al hecho de compartir con otras personas que tienen estas características; y por otro, desmitificar, aclarar que no pasamos el día haciendo ecuaciones. Nos divertimos y lo pasamos muy bien».
Hay Mensas en 45 estados, con un número de miembros muy variable; desde 500 hasta 50.000. La más grande es la de EEUU, a la que le siguen el Reino Unido (20.000) y Alemania (11.000). En el Estado español son 1.500 socios.
El 80% de la actividad es virtual; están en comunicación constante por correo, facebook, twitter, foros... Internet es la herramienta fundamental. Luego, cada estado tiene su revista autoeditada, con artículos en su mayoría de sus propios socios y también de Mensa Internacional. Precisamente, esta publicación es una de las labores que le han encargado a García.
Desde actividades locales a intercontinentales, el abanico de opciones que ofrece Mensa es muy amplio. Si los socios quieren participar en actos presenciales, cada semana pueden desplazarse a un sitio diferente del mundo. En Gipuzkoa, todos los meses se juntan como mínimo una vez; y casi siempre cae un encuentro extraordinario. «La verdad es que nos hemos convertido en cuadrillas de amigos. Hay una gran variedad de edad, desde gente de veintipocos años hasta gente de cincuenta y muchos. Pero no notas para nada la diferencia».
Tienen Grupos de Interés Especial (GIE), de sicología, filosofía, política, pedagogía, fútbol... «Hay uno de gente que cuenta sus emociones. Puedes encontrar un grupo para charlar de lo que quieras», explica el vecino de Mutriku, mientras empieza a hablar Sanz y las palabras de ambos se solapan. «Existen de moteros, de rock duro... El de hard rock me llama la atención porque hay muchísima gente a la que le gusta el heavy», cuenta Elena, y ahora el que entra es Patxi: «Yo estaré activo en cinco». «Yo en cinco o seis...», añade ella.
Llama la atención la manera en que le quita la palabra uno al otro, ansiosos ambos por hablar. Más adelante admiten que los superdotados suelen querer ser líderes, que tienen el gen de la competitividad muy alta y que, por eso, como han revelado algunos estudios, un grupo de trabajo de ocho superdotados no funciona; de hecho, no llega ni a formarse. Es lo que ocurrió en un experimento en la NASA. Un grupo necesita un líder, un dinamizador, un crítico, otro que consiga la armonía entre ellos...
GIE Dinero, GIE Escéptico...
Algunos Grupos de Interés Especial están abiertos a gente de fuera de la asociación; por ejemplo, GIE Dinero. GIE Escéptico es uno de los favoritos de García. «Somos muy beligerantes con las seudociencias, que te venden un producto diciendo que tiene propiedades de física cuántica y que tiene geomagnetismo aplicado a la biología...».
Mucha gente es multiactiva y está en otros grupos de escépticos fuera de Mensa. Hacen incluso suicidios homeopáticos colectivos; se juntan y toman una sobredosis.
En Mensa es muy frecuente la lucha dialéctica; les encanta discutir todo aunque sea por llevar la contraria, por buscar el contraargumento o la otra vía. «Yo me he encontrado en miles de discusiones defendiendo algo en lo que no creo solamente por llevarle la contraria al del frente y pasar un rato divertido», comenta el elgoibartarra entre risas.
En Gipuzkoa son 35 socios, y de ellos más o menos la mitad participan en las actividades; se van rotando: un día se juntan 15, otro día otros 15... Es un grupo muy rico. El índice de participación es de los más altos, ya que la media de gente activa ronda el 10-15%.
En el grupo tienen personas de todo tipo, como el pianista de 24 años Félix Ardanaz, que lleva ganados en el último año seis concursos internacionales. Tras estudiar en Musikene, debutar como director en la OSE y terminar Arquitectura en París, ahora se va a la Royal Academy de Londres. «Es el típico genio», define García.
El único requisito de admisión en Mensa es obtener, en una prueba de inteligencia acreditada, una puntuación por encima del 98% de la población general.
Se calcula que el 2% de la población es superdotada, pero la mayoría no lo sabe. Para darle un pequeño empujón a alguien, cada socio tiene la opción de hacer una invitación al test cada año. Pero las pruebas están abiertas a todos. Personajes famosos de la ciencia o la cultura como Isaac Asimov, Jean Auel o Quentin Tarantino son miembros o han superado las pruebas. A Lisa, de los dibujos animados «Los Simpson», le dedicaron un capítulo celebrando su ingreso en Mensa.
Presidenta y vicepresidente, ambos acaban de «salir del armario». «Te pueden tachar de prepotente. Una cosa es ser inteligente y otra, contarlo», razona la primera. «También es una característica oculta. Si eres alto se ve; si eres inteligente... ¡a ver cuándo lo demuestras! Es algo que está siempre en cuestión», manifiesta él.
¿Notan que son examinados? Los dos responden afirmativamente. «No te hace omnipotente. No puedes tener todos los conocimientos; puedes tener facilidad de aprender más que otros», aclaran. García cuenta que le retan continuamente. En su trabajo lo saben de hace mucho, porque fue allí donde le invitaron a hacer el test, hace diez años. En cambio, su familia y sus amigos no lo sabían.
El sentido del humor
Creen que la organización es demasiado desconocida para lo que ofrece. «Habrá gente que note algunas carencias en su entorno. Una cosa muy típica es el sentido del humor; hay gente que está muy acostumbrada a que no entiendan sus chistes», apunta Sanz. El humor de la serie «The Big Band Theory» es típico de Mensa.
Hay gente que se ha enterado de que es superdotada de mayor, cuando también se lo han detectado a sus hijos, porque existe una carga genética. García está convencido de que su padre era superdotado, aunque no le hicieran el test. Y a Sanz no le extrañaría que su madre y su padre lo fueran.
Ha escuchado desde pequeña «está chica es muy inteligente». Así, sin más. Nunca la llevaron a un sicólogo. «Las broncas que me he llevado en el cole, que han sido muchas, han sido porque, por aprender rápido, me entretenía charlando y entretenía a otras. Socializar siempre se me ha dado bien. Había épocas en que estaba con las malas de la clase, las que no tenían interés». García siempre se ha juntado con los traviesos, en parte por ocultar, para integrarse.
Los integrantes de Mensa se caracterizan también por su capacidad pedagógica: «Es una gozada escucharle a cualquiera hablar de sicología, de ciencia... y que lo haga a un nivel que lo entiendas siendo un analfabeto en ello. Las conversaciones son tan amenas, tan simples muchas veces...».
«Una empresa atascada en un dilema nos plantea el problema; nos juntamos un grupo multidisciplinar y luego le damos nuestra opinión de manera altruista»
«Tenemos el gen de la competitividad muy alta y, por eso, un grupo de trabajo de ocho superdotados no funciona; de hecho, no llega ni a formarse»