El Ibex ha saltado un 7,86% en un mes de octubre brillante, en el que se han unido la solución temporal de la crisis del techo de deuda en Estados Unidos con una percepción más positiva del estado de los bancos españoles. En paralelo, el mercado de deuda en el Estado español ha ido caminando en la dirección correcta, por lo que la estabilidad de la prima de riesgo y la caída del bono -ayer llegó a bajar del 4%- están permitiendo aligerar la presión. Los inversores aprovecharon también ayer que la Reserva Federal mantuviera el miércoles la política de estímulos y condicionara su cambio a la evolución del desempleo. En este contexto, el Ibex dejó atrás la fragilidad de días anteriores y recuperó los 9.900 puntos. En concreto, subió un 1,32%, hasta los 9.907,90 puntos, por lo que gana un 21,31% en el año. En Europa, acabaron al alza París (+0,60%) y Fráncfort (+0,26%), mientras que Londres bajó un 0,68%. En el Ibex, los bancos acapararon un día más la atención de los inversores. El primero de la lista era Popular (+7,40%), que obtuvo un beneficio de 227 millones de euros hasta septiembre, un 9,5% menos. La entidad decidirá a fin de año si recobra el dividendo. En la misma línea terminaron Sabadell (+4,88%), Caixabank (+2,68%) y Bankinter (+2,20%). Entre los grandes, los mejores eran Telefónica, Santander, Repsol e Inditex al subir más de un 1%. El peor del Ibex fue Ebro Foods (-5%), castigado por sus cuentas. En París también hubo agitación bancaria por los resultados de BNP Paribas (+3,35%). Los avances de Société Générale (+2,61%) y Crédit Agricole (+2,36%) no quedaron lejos.