CRISIS EN FAGOR ELECTRODOMÉSTICOS
Fagor se acerca al precipicio mientras los socios claman por su futuro
Dos semanas después de presentar el preconcurso de acreedores y tras la negativa del grupo Mondragon a inyectar más dinero, Fagor Electrodomésticos se enfrenta a una segunda fase en la que no descarta que la llegada de la suspensión de pagos sea cuestión de días. Los trabajadores depositan ahora sus pocas esperanzas en que los mecanismos de solidaridad del cooperativismo les permitan salir adelante.
Iraia OIARZABAL | ARRASATE
La de ayer fue una jornada dura para los trabajadores y socios que seguían los acontecimientos de Fagor Electrodomésticos después de recibir el miércoles la previsible pero devastadora noticia de que la Corporación Mondragon no financiará su deuda. Así las cosas, la cooperativa ha asumido que está abocada a solicitar, más pronto que tarde, el concurso de acreedores. Todo ello mientras el ambiente entre los socios sigue caldeado por la pérdida de su empleo y, posiblemente, de parte del dinero destinado a la cooperativa.
De hecho, Fagor dio ayer los primeros pasos efectivos hacia su posible cierre, al solicitar en el Juzgado de lo Mercantil de Donostia el concurso de acreedores de Fagor Mastercook S.A., su filial en Polonia, algo que podría extenderse en una semana a las plantas vascas y a las del Estado francés.
De momento, mantienen la situación de preconcurso solicitada el pasado 16 de octubre, y aunque la primera reacción de Fagor fue la de seguir defendiendo la viabilidad de la compañía y su plan de reestructuración, ayer tarde comunicaba oficialmente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que «no descarta» acudir al concurso de acreedores sin agotar el plazo de cuatro meses que le permite su actual situación si no obtiene en breve los 170 millones que necesita.
La firma asegura que «continúa realizando todas las actuaciones a su alcance tendentes a permitir la refinanciación de sus deudas y la materialización de alternativas viables para dar salida a la situación actual». Sin embargo, pone en conocimiento de los mercados que, «en el supuesto de que dichas actuaciones no se traduzcan en el corto plazo en la obtención de fondos que permitan una mejora de la posición de tesorería suficiente para el mantenimiento de la actividad ordinaria de Fagor», la dirección «no descarta acudir al concurso».
Confianza en la solidaridad
La sensación entre muchos de los trabajadores de Edesa y Fagor que ayer se manifestaron en Arrasate era casi unánime en cuanto a la continuidad de Electrodomésticos. Con el lazo verde de la esperanza en la solapa, comentaban en corrillos que la negativa de Mondragon ha marcado el fin de la empresa.
No obstante, la actitud respecto a su futuro después de cerrar Fagor era diferente entre unos y otros. La postura más optimista la resumía la propia pancarta que encabezaba la marcha: «Etorkizunaren alde». Y es que según comentaban varios trabajadores, aunque el cierre de la cooperativa es un mazazo, los mecanismos solidarios propios del cooperativismo deberían ayudar a que la situación afecte en la menor medida posible a los socios.
Así, tal y como manifestó tras la manifestación Exabier Arrieta, presidente del Consejo Social, confían en que sea posible el mantenimiento de todos los empleos a través de reubicaciones y generación de nuevas actividades.
Otro sector se muestra más prudente y opta por ir con pies de plomo hasta verificar cómo y a cuántos trabajadores «salvarán» estos mecanismos.
En cuanto a los puestos de trabajo eventuales, juegan en otro terreno y aunque siguen solicitando su mantenimiento, muchos temen que no vaya a ser así. Así, entre los socios trabajadores, eventuales y trabajadores indirectos, son 4.000 los empleos en juego.
La hora de las instituciones
Entretanto, otro de los focos se sitúa en el papel que puedan jugar las instituciones. La postura del Gobierno de Lakua se ha limitado durante las últimas semanas a pedir un nuevo plan de viabilidad «estricto y factible» que cuente con la financiación de Mondragon. Con este último punto descartado, ahora queda por ver cuál será el nivel de implicación del Ejecutivo.
En esta línea, cobra especial importancia la cita que el lunes tienen concertada el Ejecutivo de Gasteiz y la Diputación de Gipuzkoa con el grupo cooperativo en Arrasate para empezar a buscar soluciones a la situación de preconcurso de acreedores en la que se encuentra la firma guipuzcoana.
Por otra parte, EH Bildu registró ayer una petición de comparecencia conjunta en el Parlamento, para que la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, y el consejero de Empleo, Juan Mari Aburto, aclaren la postura del Gobierno respecto a la crisis en la cooperativa.
El problema se debe abordar, según la coalición, con acciones conjuntas que abarquen esa perspectiva doble, la del empleo y la de la recuperación del tejido industrial. Acciones que vayan más allá de «meros planes escritos sobre papel».
Una petición a la que se sumó el alcalde de Arrasate, Inazio Azkarragaurizar. «Aquí no se trata solo del futuro de Fagor Electrodomésticos», manifestó el primer edil, sino que «están en juego muchas familias, muchas empresas pequeñas y medianas, el cooperativismo, la misma marca, el comercio y la hostelería».
Fuentes de la Corporación Mondragon indicaron ayer que su «prioridad absoluta» es el empleo y que continúa la labor de definir los perfiles, programas de empleabilidad para los socios y evaluar las posibles prejubilaciones.
El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, afirmó que «no hay que rendirse hasta el último momento. El cooperativismo tiene unas raíces hondas en Gipuzkoa y creo que debemos mantenerlas», señaló.