Siria sella su arsenal químico e inutiliza los centros de producción
Las armas químicas sirias se encuentran selladas y sus instalaciones de producción inutilizadas, según confirmó la Organización para la Prohibición y de las Armas Químicas, y además en el plazo previsto que concluye hoy, un primer éxito de la iniciativa internacional que, sin embargo, apenas es capaz de hacer avanzar el proyecto de conferencia de paz que abra una solución política al conflicto sirio.
GARA | DAMASCO
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) anunció ayer que sus inspectores han dejado selladas e «imposibles de romper» la totalidad de las mil toneladas de agentes químicos y 290 toneladas de armas químicas declaradas por el Gobierno sirio.
Además «Siria acabó de inutilizar sus instalaciones de producción y montaje de armas químicas», añadió la OPAQ.
Los inspectores visitaron 21 de los 23 lugares de almacenaje declarados por Siria, y 39 de las 41 instalaciones en estos lugares. Los dos restantes fueron evitados «por razones de seguridad», aunque Damasco hizo saber que habían sido abandonados con lo que las inspecciones se dieron por finalizadas.
Siria tenía hasta ayer de plazo para cumplir este paso del programa de «destrucción sistemática, integral y verificada» de su arsenal químico».
El consejo ejecutivo de la OPAQ se reunirá el martes para establecer los próximos plazos antes del 15 de noviembre.
Tras esta confirmación, Estados Unidos confía en que el arsenal químico sirio pueda ser destruido en el plazo previsto, es decir, antes de junio de 2014. «Tengo confianza en que estaremos en condiciones de realizar esta tarea de aquí a la fecha tope del 30 de junio de 2013», declaró en el Senado el secretario de Estado adjunto Thomas Countryman. «Estas fechas tope son ambiciosas, pero realizables», añadió. El que fuera embajador de EEUU en Siria, Robert Ford, también se felicitó por adelantado del «enorme éxito» si la destrucción de armas químicas del régimen se lleva a cabo». Más complicada que la destrucción de armas sirias está resultando la organización de la conferencia de paz Ginebra 2, impulsada en un principio por EEUU y Rusia para hallar una salida negociada al conflicto y que parte de la oposición, decepcionada porque EEUU y sus aliados hayan renunciado al uso de la fuerza, amenaza con boicotear.
Tanto la Coalición Nacional de la Oposición -que tiene previsto reunirse el 9 de noviembre para estudiar su posible participación en Ginebra 2'- como los grupos armados rebeldes han advertido de que cualquier negociación debe pasar por la marcha de Al Assad del poder.
Al Assad rechaza injerencias
Esta postura había provocado los recelos del Gobierno sirio sobre su utilidad, pero finalmente ha accedido a tomar parte. Con todo, teme que las potencias occidentales hagan alguna concesión a los grupos opositores para convencerlos.
Así, el presidente, Bashar al Assad, que se reunió el miércoles con el enviado de la ONU, Lakhdar Brahimi, rechazó cualquier injerencia extranjera en favor de la oposición en la conferencia. «El pueblo sirio es el único que tiene el derecho a decidir el futuro de su país. Toda solución o acuerdo debe tener el aval de los sirios y reflejar su voluntad, lejos de las injerencias extranjeras», señaló Al Assad. Agregó que el éxito de las negociaciones está ligado a que «se ponga fin al apoyo a los grupos terroristas y a que se presione a los Estados que los patrocinan».
Por su parte, el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, advirtió de que un fracaso de Ginebra 2 supondría una gran amenaza para la región. «Han surgido objeciones a esta reunión, no solo entre las partes sirias, sino entre otras capitales, tanto de países vecinos como de países no vecinos. No debemos permitir que esta iniciativa termine sin resultados», apuntó. Además, alertó de que el derrocamiento del Gobierno de al Assad a través de métodos militares «crearía un estado extremista que supondría una gran amenaza para los que viven en Siria y en la región».
Miles de ciudadanos sirios que huyen de la guerra -sobre todo refugiados palestinos e iraquíes residentes en Siria o quienes carecen de documentos de identidad- son rechazados en la frontera de Jordania, según denunció en un informe Amnistía Internacional, que alerta también las deportaciones forzosas a las que son sometidos sirios que finalmente consiguen entrar en Jordania.
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, viaja a Arabia Saudí, donde se reunirá con el rey Abdallah, para intentar calmar las tensiones entre ambos aliados por el alejamiento de Washington del uso de la fuerza en Siria y la apertura de la vía diplomática con Irán. Kerry «va a reafirmar la naturaleza estratégica de las relaciones entre EEUU y Arabia Saudí», afirmó su portavoz, Jennifer Psaki.
Israel atacó una base militar aérea en el noroeste de Siria, supuestamente con el objetivo de destruir un cargamento de misiles tierra-aire destinado al movimiento libanés Hizbulah, según la cadena Al-Arabiya. Un responsable estadounidense confirmó a AFP el ataque sin dar detalles del objetivo, pero recordando que «en el pasado, los objetivos eran misiles enviados a Hizbulah». La cadena de televisión detalló que los ataques destruyeron ocho misiles de tipo SAM. También la cadena estadounidense CNN indicó que aviones de combate israelíes habían llevado a cabo el ataque contra misiles y equipos asociados que Israel suponía podían ser enviados a Hizbulah, movimiento chií aliado del Gobierno de Bashar al Assad. El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos dio cuenta de varias explosiones al amanecer en una base aérea en Sonar Jablé, cerca de Latakia, en la costa siria, pero desconocía el origen de las mismas. El pasado mayo, tres posiciones militares a las afueras de Damasco fueron bombardeadas supuestamente por Israel, que no reconoció su implicación. Ese mismo mes, otro ataque del que también se responsabilizó a Israel alcanzó un convoy con armas aparentemente destinadas a Hizbulah. GARA
