OÑATI
Juan José Ibarretxe indicó ayer que el diálogo que actualmente mantienen las formaciones políticas hay que «mimarlo» para que la mesa de partidos que pueda constituirse próximamente nazca «con garantías» para poder alcanzar acuerdos.El lehendakari, que pronunció ayer tarde una conferencia en Oñati titulada «El día después», insistió en la necesidad de que estas conversaciones se lleven a cabo con discreción.
Reivindicó además el «protagonismo» que debe tener la sociedad vasca en el proceso de normalización, en unos momentos en lo que, a su juicio, «hay mucho ruido jurídico, político y mediático». Mostró su convencimiento de que ese ruido se reducirá, para recordar que las cosas «no se resuelven de la noche a la mañana».
A este respecto, lamentó que tras el alto el fuego de ETA y el anuncio del Gobierno español del inicio del diálogo con la organización armada persista el «ruido» político de algunas formaciones que quieren hacer un «uso partidista» del proceso de paz, al tiempo que también censuró el «desarrollo de auténticas estupideces» jurídicas y políticas para tratar de imputar a empresarios y poner en cuestión la «convicción democrática» de dirigentes como Gorka Agirre, jeltzale imputado en el sumario sobre la supuesta «red de extorsión de ETA».
«Oportunidad histórica»
Ibarretxe insistió en que ahora se vive una «oportunidad histórica para solucionar el conflicto vasco» que, según recordó, es un «problema histórico de naturaleza política con 170 años de antigüedad».
Puso de relieve las diferencias que existen entre el proceso de paz y el proceso político que, en su opinión, «no deben mezclarse porque son completamente diferentes y tienen interlocutores, fases y contenidos» distintos.Tras abogar así por trabajar para «facilitar el proceso de paz y convivencia», consideró que ello requiere una «relación honesta» con el presidente Rodríguez Zapatero, para establecer iniciativas que hagan de este proceso una tregua «total e irreversible», el lehendakari también agregó que «es momento para la valentía política y no se puede tener miedo al fracaso», al incidir nuevamente en que la actual situación requiere discreción, sensatez y honestidad.
