REAL SOCIEDAD 3
NASTIC
TARRAGONA 2
DONOSTIA
La llama de la esperanza para la permanencia realista se avivó cuando amenazaba con apagarse para siempre gracias a una reacción del equipo que llegó cuando todo parecía perdido. Los jugadores blanquiazules se dieron cuenta de que ya no había nada más que perder, dejaron en el vestuario la ansiedad y el nerviosismo que les ha atenazado en todos los partidos de Anoeta y afloró un espíritu de supervivencia que llevó, unido a la suerte y la calidad del equipo, a marcar tres goles en doce minutos que debieron ser cuatro si Pino Zamorano sanciona el claro penalti que padeció Jesuli en ese cuarto de hora mágico que debe cambiar la trayectoria y el espíritu del equipo.El equipo necesitaba que llegara la primera victoria para romper la dinámica negativa y ahora hay que confirmar en Vigo esa ilusión que llevó a levantar los brazos llenos de júbilo a unos aficionados que en el descanso parecían perder la fe y las ganas de renovar los abonos.
Y ese cambio en el ánimo de Anoeta fue el fiel reflejo de la metamorfosis que vivió el equipo en el vestuario. Anoeta no sólo agradeció la primera victoria. No sólo disfrutó con los tres goles que marcó en doce minutos un equipo que había marcado dos en las ocho jornadas anteriores. Lo que más agradó a la afición fue la casta que llevó a ir a presionar y pelear cada balón como si la vida estuviera en juego en cada disputa.
Y de hecho lo estaba. Por eso que artistas como Xabi Prieto y Jesuli presionaran con decisión en el inicio del ataque visitante resultó clave para recuperar los balones más arriba y, a partir de ahí, se comprobó que hay jugadores con calidad para hacer goles. Porque es evidente que no hay velocidad y esa es una carencia importante en el fútbol actual, pero un equipo que tiene a Aitor, Aranburu, Xabi Prieto, Jesuli y Kovacevic tiene recursos suficientes para hacer goles y ganar partidos.
Cierto es que los tres goles llegaron de forma afortunada con un autogol, un tanto que Juanito pareció meter más con la espalda que con la cabeza y en una inhabitual llegada al remate de Rivas al área, pero esa jugada del 3-2 fue el reflejo de lo que puede hacer este equipo con una combinación de cuatro jugadores que culminó el manchego tras un gran acción de Aitor. Fue una jugada en la que se demostró que el ataque les concierne a todos, porque fue un lateral el que dio la asistencia y el pivote defensivo el que marcó un gol que debe cambiar la dinámica de la temporada.
Ese gol y esa victoria por sí solos de poco valen si no se aprovecha la ola que la primera victoria va a levantar hasta el miércoles. Porque tampoco la Real jugó un buen partido.
Un pésimo primer tiempo
El primer tiempo fue, de hecho, muy malo. La final en la que se había convertido el enfrentamiento entre los dos colistas comenzó de la peor forma. El Nastic entró mejor en el partido ante una Real atenazada por la responsabilidad y un gol en una jugada de estrategia no hizo más que aumentar la confianza de los visitantes y el nerviosismo de los locales. Fue un gol en el que nada se puede reprochar a Mikel González, ya es significativo que tenga que ser quien marque al mayor peligro rival, porque saltó bien, aunque el buen toque de Cuéllar permitió a Llera llegar antes. Pero esa acción pesó demasiado al joven central y a su equipo.
Fue la primera opción a balón parado de la que dispuso el Nastic en una falta muy discutible. La Real había dispuesto para ese instante de cuatro opciones en las inmediaciones de la portería tarraconense y ninguna llegó a ser rematada. Bueno, un corner no llegó ni a ser centrado porque al lateral derecho se le hace recorrer setenta metros de ida y vuelta con respecto a su posición para pasar en corto a Jesuli, una acción que propició una contra al ser interceptado el intento de centro del sevillano. Antes había llegado el primer susto en una pérdida de Juanito a la hora de sacar el balón que permitió a Antonio Díaz llegar al área en situación de peligro. El equipo blanquiazul no sabía responder a la importancia del partido y sólo pudo empatar en el primer tiempo en un centro de Gari que Jesuli cabeceó fuera.
Un cambio radical
Se mascaba la tragedia en Anoeta porque la afición empezaba a perder la fe y las ganas de animar a un equipo que no ofrecía nada y despidió el primer tiempo con una fuerte pitada y con pañuelos. Pero el ambiente cambió en la misma medida que mejoró tras el descanso la actitud de su equipo.
La Real dejó el miedo y los nervios en la caseta y los sustituyó por la casta y la determinación. Y sólo ese cambio de actitud se vio recompensada con la fortuna que acompañó los dos primeros goles de la Real. Entre medias, un minuto después del empate, el Nastic volvía a adelantarse en una acción en la que los dos centrales fallaron y fueron superados por Rubén Castro.
Podía parecer que ese gol iba a suponer la puntilla, pero la Real siguió con ese espíritu que le llevó a empatar primero y a adelantarse después con una jugada que debe dar confianza a un equipo que demostró el año pasado que tiene calidad para hacerlo mejor en ataque, algo que el propio Paco Flores reconocía tras el partido. Pero para eso hay que ser valiente, porque no se puede atacar con tanto miedo. Cuando Lotina ha puesto a sus futbolistas de más calidad en el campo y ha apostado por una forma de jugar más ofensiva ha llegado la primera victoria. Claro que esa apuesta más ofensiva también conlleva sus riesgos en defensa y así Gil pudo empatar en el último 83 en una clara ocasión tras un error de Juanito, que estuvo a punto de cometer luego un penalti. Pero merece la pena ese riesgo porque éstas fueron las únicas opciones del Nastic en la última media hora de juego.
Ahora queda confirmarlo. Porque la situación de la Real con nueve puntos en quince partidos sigue siendo crítica. Aún son necesarios los equivalentes a diez triunfos en 23 partidos y no será nada fácil. Lo que cabe esperar es que la victoria de ayer dé más confianza a los realistas y que tenga continuidad con otra en Vigo para despedir bien un mal año.
Entrenamiento a las 10.30 en Zubieta
Hoy hay el típico entrenamiento de recuperación para los titulares y más intenso para los suplentes a las 10.30 en Zubieta, donde mañana se entrenará a esa hora antes de viajar a Vigo, donde la Real juega el miércoles a las ocho.
Resultados de los equipos formativos
El juvenil ganó al Eibar (3-0) y sigue a un punto del líder Antiguoko mientras que el Easo, líder en su categoría, empató a dos con el Santutxu tras ir 0-2. El segundo cadete empató a dos con el Lengokoak tras ir 2-0 y el infantil goleó al Beasain (10-0).
