- Declaraciones -
«No habría pasado nada si hubiera ganado Abel»
·Juan Martínez de Irujo reconoció que todavía no ha asimilado la «triple corona»
GASTEIZ
Todavía en una nube, a los pocos minutos de haberse calado la tercera txapela oficial con la que igualaba el récord de Julián Retegi de 1990, Juan Martínez de Irujo reconocía que todavía no era consciente de lo que había conseguido, pero no le dolieron prendas para reconocer que Abel Barriola hizo tantos méritos como él para ganar una final reñidísima. «Todavía no lo he asimilado, hasta que pasen las horas o los días no creo que lo haga. He ganado el Cuatro y Medio, la txapela que me faltaba y las tres este año, la verdad es que estoy muy contento, pero también hay que decir que, si hubiera ganado Abel, tampoco habría pasado nada. Se ha merecido la txapela igual que yo».
A pesar de que está muy acostumbrado a ganar, la txapela de ayer era especial, no sólo para redondear un año inmejorable, sino porque supone la confirmación de que también puede jugar en una competición que hasta ahora no se le había dado nada bien. «Es la modalidad que menos me gusta pero cada día voy aprendiendo más y empiezo a disfrutar un poco más», reconoció.
Dedicatoria especial
El de Ibero subió al podio con una camiseta con una foto y el lema «beti gurekin» y en sala de prensa la txapela también tuvo una dedicatoria especial. «Es para un aficionado mío que se murió en setiembre, que solía estar en todos mis partidos y por desgracia hoy no ha podido estar aquí. Esta txapela va dedicada para él y para su mujer Juana y sus hijos Mikel y Leire», afirmó emocionado.
También tuvo palabras de gratitud hacia su aita, que ayer hizo las veces de botillero. «En todo momento me ha estado venga animar. Me decía que le diera velocidad a la pelota y que me dejara de echar dejadas o dos paredes, que le diera velocidad y que abriera ángulos. Ha sido muy emotivo ganar la txapela con mi padre», apuntó.
Lo que no compartió con los medios fue la impresión de que la de ayer fue la final que ha ganado con peor juego. «Yo no me he quedado descontento con el partido que he jugado, si le he ganado a Abel, mal no he podio jugar, digo yo. Tendré que ver el video en casa y reflexionar. No sé si es porque me he llevado la txapela o por qué, pero yo me quedo con buenas sensaciones», declaró el campeón de Ibero.
«En una final hay mucha presión y hay muchos nervios y el brazo se encoge a veces y de ahí vienen los errores. Ha sido una final emocionante, una final jugada a ritmo, con 21-21 y sólo puede ganar uno. Me ha tocado a mí y otra vez le tocará a él», apuntó el pelotari.
En el análisis del partido, el delantero de Ibero explicó que le costó entrar en la final. «Al principio no le soltaba velocidad a la pelota, no iba, pero en cambio me veía que estaba tranquilo y que estaba bien, Con el 14-7 me he soltado un poco, he empezado a jugar a pelota, a darle velocidad».
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