No hay duda que los políticos de esta parte de Euskal Herria, es decir de la CAV, están inmersos en el proceso, no en el de la paz sino en el uso y abuso del dinero público; me explico para no herir susceptibilidades, resulta que los políticos tanto de extrema derecha como de la autodenominada izquierda progresista y democrática han decidido darse un premio por sus funciones, que de momento son salir alegres cada dos por tres, decir burradas muy a menudo o limitarse a poner caras de circunstancias cuando conviene. Se han subido los sueldos: cantidades bastante elevadas, más las dos extras y dietas...

Obvia decir que el resto de los ciudadanos deberemos luchar para que se nos aumenten los sueldos a base de movilizaciones, convenios colectivos, cuando no con nuevas condiciones laborales que no son nada de poltrona, dietas o aire climatizado como parece ser hay en el Parlamento del tercio sur. Obvio los índices de siniestros laborales que ya asumimos como parte de nuestro riesgo, las discriminaciones por más leyes de igualdad que citen o aprueben, la nula o escasa posibilidad de inserción de los minusvalidos...

Sí señores y señoras, los parlamentarios del PP, PNV, EA, IU, PSOE y Aralar, han decidido ante nuestra más absoluta pasividad subirse los sueldos. Desconozco cuánto derivan a sus partidos, que también se benefician de semejantes abusos. Sólo la voz de las parlamentarias de EHAK parece que viene en sintonía con lo que muchos pensamos.

El silencio posterior de los medios es lo que me abruma. ¿Será que no tenemos ya la capacidad crítica de ver esto como algo anormal? Reviso la hemeroteca de mi memoria y recuerdo la huelga general en Perú cuando el pan subió el equivalente a una peseta de las que circula por aquí y me pregunto ¿Qué nos pasa? ¿Tan embobados estamos como para no hacer nada cuando los políticos se permiten subir los sueldos fuera de todo equilibrio? ¿Será esto la democracia que cacarean?

Prefiero considerarme tonto y no servil a estos principios de gente de extrema derecha o de la llamada izquierda, que haciendo caso omiso a las verdaderas demandas sociales de la ciudadanía, han ejercido su función para marcarse una vez más un abuso de poder. Sí señores, un abuso de poder y una acción no acorde con la opinión mayoritaria de la ciudadanía. Una vez más siguen sin respetarnos y abusando descaradamente. ¿Cuándo se subirán de nuevo sus tristes sueldos? A los que se consideran de izquierdas, ¿tiene algo que ver esta acción y el reparto de dineros públicos de esta forma con alguna teoría izquierdista? Expliquen a la ciudadanía en actos públicos cómo se reparten los dineros que podrían mejorar las condiciones de vida de muchos ciudadanos o posibilitar mejoras sociales.

Esto sí puede decirse que es un proceso de degeneración. -