Como muchos, yo también estaba convencido durante muchos años de ignorancia que detrás de algunas de las series de dibujos animados que más han afectado transversalmente a varias generaciones de teleadictos estaba Hanna Barbera, creyendo que era una mujer, pero descubrimos que eran dos tipos, William Hanna que murió en 2001 y Joseph Barbera que murió a los 95 años hace unos días. Solo o en compañía de su otro compinche, nos han regalado “Los Picapiedra”, “Tom y Jerry”, “El oso Yogui”, “Hukleberry Hound”, “Sccoby-Doo” y “The Jetsons”. Una vida entera dedicada al entretenimiento, alguien que ha proporcionado una muestra extensa y densa de cultura popular que ha influido en millones de seres humanos nacidos a partir de la segunda mitad del siglo XX.

¿Eran dibujos para niños, jóvenes o adultos? Quizás lo que entendemos ahora como ocio familiar tenga su referente más positivo en este tipo de series de dibujos en donde a cada edad se puede encontrar un nivel de conexión, unas claves para entenderlas, pero que todos hallan motivos para la diversión. Nadie ha escapado a sus encantos, a cualquiera le sale un dicho, una frase, una exclamación sacada de alguna de las series firmadas por Hanna y Barbera. Me atrevería a decir que anida en cada uno de nosotros una idea del mundo, de la televisión y de la diversión que proviene de la visión durante años de estos dibujos, algunos de los cuales se siguen emitiendo, se han convertido en personajes de carne y hueso, tienen secuelas creativas y continúan proporcionando buenos ratos televisivos a millones de seres humanos en todo el globo.

Primero en blanco y negro, posteriormente en color, mirados con ojos inocentes, después con la picardía de la juventud, para a los años retornar acompa- ñando a los vástagos. Décadas de Pedro y Pablo, de Tom y Jerry, de los perros más dislocados. Humor aparentemente blanco, pero con su carga de mensajes, con una idea de la organización social. Unos dibujos de depurada técnica, con buenos guiones, que hemos escuchado a lo largo de los años en diferentes idiomas y con diferentes voces, pero siempre igual de eficaces. Resumiendo: dibujos animados. -