OSASUNA 2
LEVANTE 1
IRUÑEA
Ziganda ya puede alardear de su primer récord positivo con Osasuna. Y habrá que confiar en que no sea el único en su andadura. Nunca los rojillos habían encadenado cinco victorias consecutivas en la Liga habría que sumar otras dos en Copa de la UEFA, con el mérito añadido de haberse producido después de una prolongada racha de malos resultados. Lo peor, que la Liga se detiene a cuenta de las fiestas navideñas justo cuando mejor se encuentra el cuadro navarro.Con el objetivo de proseguir con la racha de triunfos, los de Ziganda salieron dispuestos a dominar. Un endeble Levante no lograba sujetar las incursiones de Valdo y Juanlu de nuevo en el once inicial, ni acertaba a la hora de marcar a los dos puntas osasunistas, Milosevic y Soldado. Ambos contaron con sendas ocasiones para abrir el marcador, pero no estuvieron tan efectivos como en anteriores jornadas.
El valenciano, que se marchó de su par y penetró en el área, falló cuando se encontraba solo ante Molina, quitándose él mismo el balón con su pie izquierdo al ir a engatillar con la diestra. Precisamente con la zurda fue como lo intentó minutos después su compañero en ataque, Milosevic, al tratar de picar ante la salida del guardameta levantino.
Los visitantes no dejaban de mostrar su fragilidad defensiva e ineficacia atacante sólo Ettien probó pasado el cuarto de hora, mientras Osasuna seguía probando al que fuera portero colchonero y deportivista. Valdo, a los 26 minutos, envió un chut mitad vaselina mitad disparo directo, que no sorprendió a Molina. El veterano arquero tampoco tuvo excesivos problemas para hacerse con el balón en otros dos lanzamientos, uno de cabeza de Soldado y un empalme de Juanlu, ambos en apenas dos minutos.
Krutxaga abre la lata
La charla en vestuarios, en cualquier caso, no tuvo efectos inmediatos en el nivel de juego rojillo, que continuó largo rato con la empanada. Los de Ziganda siguieron llevando la iniciativa en el maltrecho césped, pero el Levante ya había cerrado filas, sin el menor rubor en acumular hombres atrás hasta cinco, incrustándose Camacho entre los defensas. Pero la estrategia les duró diez minutos a los de Juan Ramón López Caro. Osasuna está en vena de aciertos y no desaprovecha las ocasiones que les brinda el contrario. Y los levantinos la pusieron en bandeja en el 55, cuando Robert vio una segunda absurda tarjeta amarilla, que provocó la jugada que abriría la lata de sardinas, amén de dejar a su equipo en inferioridad.
Juanlu, que sería sustituido a continuación, botó cerrada la mencionada falta, la defensa visitante falló en bloque permitiendo que Krutxaga, quien se adelantó a la salida en falso de Molina su único lunar, saboreara después de mucho tiempo las mieles de anotar un gol.Los rojillos habían hecho lo más difícil ante un cuadro que había apostado por el 0-0, lo que no impidió que, a partir de ese momento, acometieran la empresa de aumentar la diferencia en el electrónico. Un Raúl García pelín apagado lo intentó en apenas dos minutos en el 60 y 61 con un disparo que salió muy elevado y un remate de cabeza colocado, que salió pegado al poste izquierdo.
Fueron la antesala de la puntilla. Soldado había estado muy participativo cada vez está más integrado con los movimientos del equipo buscando con ahínco esa ocasión de volver a perforar la portería enemiga.
Esta llegó en una buena combinación con Milosevic, que se la dejó al joven goleador, para que éste se fuera en carrera y cruzara de un chut duro y certero ante la salida de un desesperado Molina. De rebote, el tanto pudo ser el «regalito» navideño para su anterior entrenador, muy cuestionado y que seguramente será cesado en las próximas horas.
El gol del incorporado Nino, que rebotó en Josetxo en el tiempo de descuento, sólo sirvió para la estadística y poco más.
