El PP se aferraa la mentira
En su discurso de inauguración del viernes, el presidente de honor del Partido Popular, José María Aznar, marcó el eje central de la Convención que esta formación celebró en Madrid el pasado fin de semana y, por tanto, de la estrategia que mantendrá en los próximos meses. Y, una vez más, se pudo comprobar que la línea de Aznar y del PPva por la deformación de la realidad hasta adaptarla a su conveniencia, y para ello no tienen empacho alguno en tergiversar el pasado pensando que así podrán cambiar el futuro.
El Partido Popular fue apeado de La Moncloa el 14 de marzo de 2004 porque intentó engañar a la ciudadanía haciéndole creer contra toda evidencia que los atentados contra los trenes de cercanías del 11-M habían sido obra de ETA y no del islamismo yihadista, pretendiendo con esa mentira obtener réditos electorales o, al menos, amortiguar las pérdidas desviando la atención sobre la relación entre las bombas en los trenes y la participación española en la invasión de Irak. Una invasión, por cierto, avalada personalmente por José María Aznar mintiendo a sus conciudadanos con su «créanme» sobre la existencia de armas de destrucción masiva en territorio iraquí. En su discurso del pasado viernes, el ex presidente volvió a mentir al asegurar que su Gobierno había acudido a la reunión con la dirección de ETA únicamente «a comprobar si estaban o no dispuestos a rendirse» y que nunca negoció con esta organización. GARA vuelve a publicar hoy el acta levantada por ETA de aquel encuentro y que este mismo diario sacó a la luz pública el 1 de mayo de 2000 sin que su contenido fuera desmentido por ninguna instancia del Gobierno.
Todos los ejecutivos españoles han mantenido, en algún u otro momento, negociaciones con ETA y todos ellos también como hicieron los emisarios de Aznar y se puede comprobar en el acta publicada han hablado con la organización armada de las raíces del conflicto reconociendo su carácter político. Otra cosa distinta es analizar con qué intenciones acudieron los representantes españoles en cada ocasión a esa mesa de negociaciones, si lo que pretendían era resolver un contencioso que se prolonga durante décadas o, únicamente, alargar y perpetuar las treguas que en esos momentos estaban en vigor. Pero, al margen de esto, lo que ahora vuelve a quedar claro es que el PP ha hecho de la mentira una forma constante de actuación, lo que evidencia que le importa poco jugar con el futuro de la ciudadanía con tal de tratar de acceder al poder. -
|