Desde nuestra ventana
Aupaaa Baru! Te dije que te contestaría a tu última carta, y como nunca, nunca he dejado de contestarte una sola (y viceversa) aquí me tienes, otra vez más juntando letras.
Me vuelvo a sentar ante nuestra confidencial ventana para estar contigo esta vez por fin ya en casa, 29 meses y un día después de la primera carta que te escribí aquel 3 de octubre de 2003, que bien te reíste por ser capicúa (causas y azares así lo hicieron), y tras otras tantas cartas más, desde la que te doy de nuevo, ahora que ya estás entre nosotros, los mismos recuerdos y abrazos de todo Portu, que en su día me dieron las mismas personas que nos arroparon el sábado sobremanera a toda la familia, y desde la que se me refleja tu imagen imborrable e inviolable con la alborada del final del invierno, arañando los hierros de nuestro Puente Colgante, mezclándose con tu sonrisa, tu eterna sonrisa y la música clandestina de Silvio “Vamos andar”, la que siempre te acompaña, reverberando ante el cristal, que la callan los gritos ensordecedores de la calle. Pero como tú dices: «Estamos andando, y un pueblo andando, carajo, no lo para nadie».
Que se escuche bien alto tu incorruptible voz, Baru, que junto con los de todas y todos romperá los férreos barrotes. Y el que haga oídos sordos y eche la mirada al suelo, buscando vete tú a saber qué, que sepa que la indiferencia es la mayor violencia.
Y con la mirada alta recibimos a Ana, tu media sonrisa, y nos recibe ella, zure biotza, que sé que siempre, siempre ha estado contigo, y tú lo sabes.
No te asombres si no me extiendo tanto como todas las demás, ¡con lo que te tengo acostumbrado!, que esta carta es, digamos, de mí para ti (y viceversa), ya que no ha sido manoseada por esas manos que premeditadamente te desasistieron y desatendieron. Todo lo que te tenga que de- cir a partir de ahora, entre nosotros quedará. Para siempre. Y será tanto... que sobran las palabras.
Que Izar Gorria te acompañe. JTK!
Joseba Sáinz Olmos - Hermano de Roberto, «Barullo»
Basta de represion
Igor y Roberto, presos políticos vascos, han sido las últimas víctimas de la cárcel. La dispersión, el aislamiento y la desasistencia médica están en el origen de estas muertes.
El PNV fue el primero que sugirió la dispersión y cuando el PSOE la llevó a efecto éste le apoyó. Desde entonces han sido 14 las víctimas mortales originadas en accidentes en las carreteras del Estado, decenas los heridos y cientos las familias arruinadas por este motivo.
A Igor le detuvo la Guardia Civil, le mantuvieron cinco días incomunicado y denunció torturas. Roberto y su compañera fueron detenidos por la Ertzaintza, también fueron incomunicados durante cinco días y denunció torturas. Tras haber pasado por diferentes cárceles del Estado, hoy nos los entregan muertos.
Difícilmente podremos olvidar la actitud de la Ertzaintza de estos días, originando muchos heridos en Gasteiz, Santurtzi y Portugalete. La violencia y el odio que sin necesidad han utilizado contra las personas y familiares que queríamos dar el último adiós a estos luchadores ha quedado en evidencia. Dicen que hay que respetar el dolor de las víctimas y estoy de acuerdo; pero cuando éstas son del otro lado no respetan el dolor de los familiares ni a los muertos.
El PNV ha dejado bien claro cual es su proyecto político para nuestro pueblo. Con tal de quedar bien con los amos de Madrid nada les ha importado masacrar a su propio pueblo, una vez más son sus negocios los que han primado. La esperanza y la ilusión que poco a poco se iban abriendo la han barrido a pelotazos. Pero no son cosas de ahora la historia del PNV siempre ha sido así.
J. R. Aranguren - Antzuola
Lamentable
Absolutamente lamentable la actitud del Gobierno Vasco; su consejero Balza, y del PNV «oficial» en este asunto de la muerte de los presos vascos. Si todo lo que se les ocurre ante semejante tragedia es reprimir a los que protestan, apaga y vámonos. Y qué decir de las penosas e hipócritas declaraciones de Begoña Errazti, ¿es todo lo que tiene que decir EA porque dos jóvenes vascos hayan muerto? ¿Que eran manipulados? El problema no es la vengativa política penitenciaria española; ni que se emplee a los prisionesos vascos y a sus familias como arma contra el independentismo; ni que dos jóvenes hayan muerto, ni que se estén destrozando las esperanzas; el problema es que alguien proteste por ello, «manipula- dos» por quién sabe quién. Penoso y descorazonador. Si todo lo que tenemos es esto, nuestros enemigos pueden dormir tranquilos. Los políticos vascos se ocupan de que cualquier ilusión de decidir por nosotros mismos sea una cosa sin sentido. Si los fanáticos de la unidad de España fuesen inteligentes dejarían sus intereses en manos de los políticos «oficiales» del (presunto) nacionalismo vasco. Quedaría en manos que sólo saben ser contundentes cuando de re- primir a los patriotas vascos se trata. Lo dicho, apaga y vámonos.
José Antonio Etxagüe
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