Rechazo a la mediación de Sanz en el comité de Volkswagen-Navarra
La decisión unilateral del presidente navarrro, Miguel Sanz, para mediar en el conflicto de Volkswagen recibió el rechazo de los representantes de los trabajadores. LAB criticó que no es quién para representarlos ni para decidir quién lo hace, ya que Sanz sólo incluyó en su mediación a los «sindicatos mayoritarios».
IRUÑEA
El presidente del comité de empresa de Volkswagen-Navarra, Jesús Sánchez Bruna, recordó ayer que los responsables de negociar el convenio colectivo de la fábrica son los sindicatos y la dirección. De esta forma respondió a las declaraciones del presidente del Gobierno navarro, Miguel Sanz, que decidió de forma unilateral y sin comunicarlo a las partes, mediar entre la dirección y los sindicatos, ya que, en su opinión, ambas propuestas presentan diferencias «mínimas y salvables», aunque sólo incluyó a las centrales «mayoritarias». El delegado de LAB Benito Uterga afirmó que «Sanz no es el representante de los trabajadores ni decide quiénes son sus representantes». Denunció, además, que «al presidente navarro sólo le importa el PIB de Nafarroa. Los trabajadores debemos ser un montón de carne sin más». El presidente del comité señaló sobre esa mediación que «nosotros no hemos contemplado esa posibilidad». La dirección ha anunciado que este año no se fabricarán 10.000 unidades adicionales del modelo Polo porque según la multinacional, «en Landaben no se dispone de la estabilidad que hubiera supuesto la firma del convenio colectivo». «La responsabilidad no es de ni de la plantilla ni de la representación sindical», afirmó el presidente del comité. LAB rechazó el «chantaje»de la empresa y pidió que el resultado de las negociaciones cuente con el respaldo de la plantilla. El comité se reunió ayer y decidió convocar movilizaciones que hoy intentará concretar.
Rechazo al juicio de mañana Por otro lado, el comité entregó a la dirección de la factoría un escrito en el que le solicita que inste al jefe de los servicios médicos a que retire la demanda contra cuatro delegados de CGT por presuntas injurias y calumnias, cuyo juicio se celebrará mañana. La querella, presentada en setiembre de 2004, se deriva de un comunicado de CGT del 22 de julio de ese año, en el que se afirmaba que el jefe de los servicios médicos «carece de la más mínima ética personal y profesional» y se le acusaba de mentir en los juzgados y de «perjudicar la salud de los trabajadores». ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS y CGT defendieron a los acusados y recordaron los datos alarmantes sobre accidentes y enfermedades profesionales. Batasuna rechazó que se enjuicie a quienes defienden el derecho a la salud y llamó a secundar las movilizaciones de apoyo de los delegados de CGT. También Aralar mostró su solidaridad y apoyo a las movilizaciones.
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