BILBO
Desde el año pasado, el Bidelan Kirolgi se convirtió en la bandera de la defensa de los valores éticos en el ciclismo. Todos los corredores firmaron un compromiso para sentar unas bases deportivas más saludables, más justas y más humanizadas. El objetivo es demostrar que un proyecto ciclista puede llevar a cabo una filosofía diferente y «desterrar la imagen de que todos van igual», según apunta Iñaki Murua, coordinador del conjunto guipuzcoano.
La Fundación Oreki se creó en 2001 «en aras de encontrar respuestas a las necesidades actuales de los deportistas, reforzando a su vez los aspectos éticos de la competición». Murua precisa que la colaboración con el equipo ciclista surgió cuando desapareció el patrocinio del Iberdrola. «Un grupo de personas cercanas a la Fundación asumieron la estructura. Y tras un año de transición, que se salvó como se pudo, empezamos con Serbitzu y desde el año pasado con el Bidelan».
Murua, el enlace entre Oreki y el equipo, asume la filosofía de limpieza en el deporte del equipo. «Hoy en día todos sabemos que el ciclismo está muy mal visto: es el ciclista el que tiene que demostrar que va limpio. Porque con todos los controles que hacen, de vez en cuando sale algún caso de dopaje y la gente piensa que todos van igual, y yo creo que eso no es así. El creer que todos van igual es un fantasma que hay que desterrar. Siempre surge el tópico de que el deporte de competición no es sinónimo de salud. Eso es lo triste». Desde la Fundación se quiere impulsar un compromiso a favor de un deporte sano, de una competición limpia y el desarrollo de los valores personales.
Todos los corredores están controlados por el médico del equipo, Manu González, y pasan sus reconocimientos en el Hospital La Asunción de Tolosa.
Asimismo, los ciclistas y los técnicos reciben formación relacionada con la salud, el rendimiento y la deportividad. «La Diputación recomendó un trabajo de formación, que consiste en dar cursos de ética en el deporte. El 2004 se impartió en Zumaia, el año pasado en Eibar y este año se impartirá otro».
El director técnico no quiere aparecer como «los únicos que impulsan el tema de la ética, porque todos los equipos lo quieren hacer o, al menos, tienen la intención. Lo que ocurre es que cada corredor es un mundo y cada uno entrena en casa, y es muy difícil saber lo que hace el corredor. A todos nos gustaría esa limpieza».
En 2006, la escuadra dirigida por Xabier Muriel cuenta con 23 corredores, seis elite y 17 sub 23. La presentación oficial será el próximo día 16.