GASTEIZ
Contrario a los fundamentos del derecho y un obstáculo al inicio del proceso de resolución del conflicto. Esta es la opinión que EA tiene del cambio de criterio del Tribunal Supremo en relación a la acumulación de penas de los presos enjuiciados por el Código Penal de 1973.El secretario general, Unai Ziarreta, y la secretaria de comunicación, Onintza Lasa, anunciaron ayer la presentación en el Parlamento de Gasteiz de una proposición no de ley para que esta institución muestre su rechazo a este cambio de criterio y solicite a los órganos e instancias competentes que apliquen la normativa como lo venían haciendo con anterioridad al cambio.
La iniciativa ha sido presentada por el grupo parlamentario de EA en solitario, pero sus portavoces anunciaron que cuentan con el compromiso del voto favorable de sus socios en el tripartito, PNV y EB.
Ziarreta y Lasa denunciaron que la decisión adoptada por el Tribunal Supremo va contra «los principios de legalidad, de seguridad jurídica y de irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales». Aseguraron que atenta también contra el principio de igualdad, puesto que castiga de manera diferente a los presos según su identidad.
Para EA, estas medidas se fundamentan en la aplicación de una política penitenciaria basada en la venganza, cuando su función debiera ser «la reinserción y resocialización».
Obstáculo al proceso
Además de las vulneraciones del derecho que supone este cambio, EA considera que son también un obstáculo para la apertura de un proceso de resolución del conflicto, puesto que «la materia penitenciaria constituye uno de los puntos más sensibles» en este terreno.Ziarreta y Lasa apuntaron que «en la izquierda abertzale puede haber gente que empiece a pensar que el camino de Anoeta no lleva a ninguna parte», e incluso que «los jueces pueden estar dando munición a ETA, aunque no sea su intención».
EA pide al Gobierno español que rompa con el Pacto Antiterrorista y las presiones del PP y su entorno mediático, que humanice la política penitenciaria y acabe con la dispersión.