Cerrada la «cámara de gas» del artista Santiago Sierra
BERLIN
El Ayuntamiento de Pulheim (Alemania) optó por cerrar temporalmente la polémica instalación de Santiago Sierra en un sinagoga alemana convertida en «cámara de gas», a la espera de que el artista se reúna la próxima semana con sus críticos para explicarles el significado de la obra. Tras la reunión, el Ayuntamiento decidirá qué hacer con la instalación. Aunque los regidores de Pulheim habían «esperado críticas» a la obra por ser el Holocausto un tema muy delicado en Alemania, quedaron «sorprendidos» por «la cantidad de críticas», confesó el portavoz. El proyecto de Sierra, titulado “245 Kubikmeter” (245 metros cúbicos) se inauguró el pasado domingo en el centro cultural situado en la sinagoga de Pulheim-Stommeln. La instalación es una obra «sobre la muerte industrializada e institucional de la que han vivido y aún viven los pueblos europeos», asegura el artista madrileño afincado en México. Para poder transmitir al público por unos minutos la sensación de las cámaras de gas nazis, Sierra invita al visitante a entrar en una sala cerrada, equipado con una máscara antigás para protegerse de las emisiones de los motores en marcha de seis automóviles. Sierra, de 39 años, pretendía de este modo «honrar la memoria de los judíos asesinados masivamente durante el pasado siglo».
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