QUITO
El levantamiento indígena contra el Tratado de Libre Comercio (TLC), cuya firma el Gobierno de Ecuador está ultimando con Estados Unidos, y por la salida del país de la petrolera estadounidense Occidental (Oxy) se extendió ayer a varias regiones de la Sierra andina y a la Amazonía. El paro comenzó el lunes en la región andina de Cotopaxi, apoyado por los movimientos indígenas y las autoridades provinciales, pero ayer ya se habían sumado a la huelga los territorios vecinos de Tungurahua, Chimborazo y Pastaza.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y el Seguro Social Campesino mantenían ayer bloqueadas las vías principales de cinco provincias: Carchi, Imbabura, Pichincha, Tungurahua y Cotopaxi. Ese bloqueo provocó el desabastecimiento en mercados y la interrupción de transporte interprovincial.
En Quito, unos 80 representantes de campesinos se encerraron en la catedral para protestar por la firma del TLC.
En un comunicado, el líder de la Conaie, Luis Macas, llama a los ecuatorianos a respaldar este levantamiento pues, según reza la nota, el Gobierno interino de Alfredo Palacio pretende entregar la soberanía del país con la firma del TLC con Estados Unidos. «Si Palacio rubrica el TLC, se irá a casa», advirtió Macas, quien recordó que está en juego la supervivencia de ocho millones de campesinos, pues el ingreso de productos agrícolas estadounidenses subsidiados significará la quiebra de la agricultura nacional.
Fuera la petrolera Oxy
Además, los indígenas piden la anulación del contrato con la petrolera Oxy, a la que el procurador del Estado y la estatal Petroecuador acusan de haber transferido el 40% de sus acciones en un campo petrolífero de esa región a la compañía canadiense Encana.
La Conaie exige también la salida de los militares estadounidenses de la base aérea de Manta, en el oeste de Ecuador, donde tienen un equipo de lucha contra el narcotráfico en la región, pero que los indígenas aseguran que es un centro de operaciones que involucra a su país en el conflicto interno colombiano.Pese a que Palacio ha dicho que no negociaría con los parados, el subsecretario del Ejecutivo, Felipe Vega, mantenía ayer contactos con autoridades de Tungurahua, según informó la agencia Prensa Latina.
La firma del TLC es inminente. Quedan dos cuestiones pendientes, en temas agrícolas y de propiedad intelectual, pero se espera que el 23 de marzo, la fecha prevista para la reunión final en Washington, el acuerdo quede cerrado.
A más protestas, más represión
Felipe Vega, subsecretario del Gobierno, consideró que no se pueden lograr acuerdos con los indígenas y campesinos, porque su posición es «política». Vega dijo que «no se permitirán más protestas en el país», y amenazó con «subir el tono» de las medidas represivas, si las movilizaciones siguen extendiéndose. -