Lo que viene sucediendo en el Estado español en torno a las investigaciones de los atentados del 11 de marzo de 2004 resulta sumamente clarificador sobre el escaso respeto que el PP y algunos medios de comunicación de su entorno tienen sobre las que se supone que para la derecha deberían ser las bases del estado, es decir, el respeto a las instituciones, a la judicatura, a las FSE y a la alternancia política. Sin embargo, Mariano Rajoy y sus compañeros de partido, llevados de la mano por “El Mundo”, están demostrando lo poco que les importa socavar todos esos principios con tal de deslegitimar la victoria del PSOE y tratar de volver a llegar a la Moncloa. Desde el periódico de Pedro J. se intentan establecer zonas de sombra en la investigación de los atentados, dando a entender que son fruto de alguna conspiración. De tal manera que se sugiere que sectores de la Policía y la Guardia Civil al mando del PPhabrían intervenido en un complot para dar la victoria electoral al PSOE, en unos atentados en los que ETA y los servicios secretos marroquíes tuvieron alguna participación. Y ahora la Audiencia Nacional no quiere investigar. La teoría, rechazada por el resto de medios, no pasaría de ser el delirio de un periódico si no fuera porque constantemente la hace suya el PP. La derecha española ­basta volver a ver al presidente del CGPJ negándose a comparecer ante el Congreso­ sigue estando muy lejos de lo que se supone que es una derecha civilizada. -