DONOSTIA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que más de mil millones de personas en el mundo presentan sobrepeso y que al menos 300 millones son obesas. Euskal Herria no es una excepción. Para dar respuesta a este problema, miles de personas se enfrentan a las dietas y aquellas que no obtienen el resultado deseado optan por acudir a la cirugía.
El Hospital Quirón de Donostia ha puesto en marcha una unidad de tratamiento intervencionista para atajar la obesidad, enfermedad que los responsables del centro calificaron como la «epidemia del siglo XXI».
Afirmaron que en la nueva unidad se ofrecerán todo tipo de tratamientos. No obstante, hicieron especial hincapié en dos de ellos: la técnica de tratamiento con banda gástrica ajustable y el globo intragástrico.
Según explicó el doctor Agustín Domínguez, director de la nueva unidad, la primera de las técnicas consiste en implantar una banda gástrica a través de lamparoscopia en el primer tercio del estómago, creando una pequeño depósito que actúa como estómago verdadero. La banda está conectada a un pequeño reservorio, situado debajo de la piel, que permite estrechar el estómago abriéndolo o cerrándolo para desbloquear el paso de los alimentos. Según reconocieron, esta técnica es menos efectiva que las intervenciones más agresivas, tales como la gastroplastia o la diversión biliopancreática, pero a su vez el paciente corre menos riesgo.
Los responsables de la unidad también se refirieron al tratamiento mediante el globo intragástrico. En este caso, la técnica consiste en introducir al paciente un globo de silicona, que una vez depositado en el estómago, se incha. De este modo, el paciente siente la sensación de saciedad ingiriendo menos alimentos. Según reseñaron, el globo permanece en el estómago durante un periodo de seis meses, tiempo en el cual el paciente debe adquirir pautas alimentarias más saludables y comenzar a realizar ejercicio.
Apuntaron que no pueden someterse a la cirugía de la obesidad «las personas que sufren trastornos endocrinos o las personas que no hayan estado más de cinco años obesos, y tres bajo control médico sin haber adelgazado».
Los costes de estas intervenciones varían. Implantarse el balón intragástrico cuesta 4.500 euros, la banda gástrica cuesta 8.500 euros y el precio de un baypass asciende a 15.000 euros.