EEUU inicia la mayor ofensiva aérea en sus tres largos años de ocupación de Irak
En una más que posible demostración del futuro que depara al Irak ocupado, el Ejército estadounidense inició ayer la que presentó como la mayor ofensiva aérea desde la invasión, hace tres años. Las fuerzas terrestres de este operativo son preferentemente iraquíes, lo que cuadra con los planes de repliegue ocupante a medio plazo. El Pentágono identificó como el objetivo de la operación a grupos que vincula con la red Al Qaeda. El bombardeo de la víspera que mató a once civiles al norte de Bagdad, que tuvo la misma justificación, es todo un presagio de lo que se avecina.
BAGDAD
EEUU lanzó ayer su mayor ofensiva aérea desde la invasión de Irak, hace tres años, en la llamada «Operación Enjambre». Como tienen por habitual, fuentes militares estadounidenses apuntaron a grupos que vinculan al supuesto jefe de la red Al Qaeda, el jordano Mussab al-Zarqawi, como el objetivo del ataque, que tendrá por escenario las inmediaciones de la ciudad de Samarra, 125 kilómetros al norte de Bagdad.
«Más de 1.500 soldados iraquíes y de la coalición eufemismo con el que el Pentágono presenta a los soldados extranjeros invasores, con 200 vehículos tácticos y más de 50 aviones, participan en la operación» indicó un comunicado del Ejército estadounidense.
El escrito especifica que el objetivo de la campaña es «despejar un área sospechosa» en el noreste de la ciudad iraquí, de 200.000 habitantes.
La operación comprende una vasta zona, que incluye las provincias de Tikrit, Dour y el sur de Kirkuk, ciudad que los kurdos reivindican como su capital histórica. En palabras de un oficial iraquí, «se trata de una vasta zona en la que desde hace un mes se han registrado muchos ataques contra el Ejército y la Policía que llevan la marca del grupo de al-Zarqawi.
Fuentes militares información de que la ofensiva, que durará varios días, se inició ayer por la mañana, con el apoyo terrestre de la Primera Brigada del Ejército iraquí colaboracionista, en la provincia de Salahuddin, más al sur, «para despejar el área».
El Ejército estadounidense aseguró que durante la primera jornada de ayer «se capturaron varios depósitos de armas enemigos que contenían cargas de artillería, explosivos, materiales para IED (artefactos explosivos improvisados) y uniformes militares» presuntamente utilizados por la guerrilla.
El ministro de Exteriores del Gobierno colaboracionista, Hoshyar Zebari, aseguró que la operación estaba prevista desde hace tiempo. Tiene lugar horas después de un bombardeo estadounidense contra una casa en Ishaqui, 100 kilómetros al norte de la capital iraquí, y que se saldó con la muerte de al menos once civiles. La ofensiva coincide igualmente y de manera harto esclarecedora con la sesión inaugural del nuevo Parlamento iraquí. Una sesión que se zanjó en minutos, sin siquiera la elección del presidente de la Cámara, y que da cuenta del bloqueo político que rige en el Irak ocupado.
Ocho personas murieron ayer en ataques de la resistencia iraquí en todo el país.
Además, continuó el goteo de cadáveres en las calles de Irak. Varios de ellos aparecieron en Basora y Kut con la leyenda: «colaboracionista».
Protestas contra la ocupación
Donostia y Bilbo acogerán mañana sendas manifestaciones en contra de la ocupación de Irak, coincidiendo con el tercer aniversario del comienzo de la agresión. La cita en la capital guipuzcoana, a convocatoria de la Plataforma contra la guerra de Gipuzkoa, tendrá lugar a partir de las 19.00 en el Bulevard, mientras que en Bilbo convocatoria unitaria partirá desde el Arriaga a las 17.30. Los convocantes exigen la «retirada inmediata de las tropas de Irak y el fin de la privatización de sus recursos naturales y energéticos», así como el final de esta «barbarie». -
La mártir Halabya se rebela contra la administración kurda
HALABYA Los habitantes de Halabya, exasperados por las promesas oficiales no cumplidas, incendiaron ayer el monumento a los 5.000 mártires del ataque con armas químicas de 1988 del Ejército iraquí, en protesta contra la administración kurda, a la que acusan de corrupción. La protesta, que se saldó con la vida de un adolescente de 14 años, Kurda Ahmed, por disparos de la Policía, se celebró en vísperas del décimo octavo aniversario de la masacre que se conmemora hoy. Cientos de estudiantes se concentraron ante el monumento a los mártires con el objetivo de protestar contra la administración local de la Unión Patriótica de Kurdistán (UPK), que lidera el presidente iraquí Jalal Talabani. Dos horas después, miles de habitantes de la ciudad hicieron causa común con los estudiantes, frustrados de las promesas oficiales incumplidas. Hamza Ali, un estudiante, resumió el sentimiento general de la población: «Cada aniversario, los responsables vienen, prometen y se van, pero nunca cumplen sus promesas. Son todos unos mentirosos». Según Laik Salah, un obrero de 30 años, «la administración del UPK es la más corrupta de la región autónoma del Kurdistán». Después, los acontecimientos se precipitaron. Al lanzamiento de piedras los uniformados respondieron con fuego real, matando a un joven y dejando otros seis manifestantes heridos. Desbordados, los policías se replegaron. Los manifestantes se dirigieron después al complejo conmemorativo y le dieron fuego.
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