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Gara > Idatzia > Euskal Herria 2006-03-17
Paul RIOS | Coordinador general de Lokarri
«La sociedad ha madurado mucho los principios para la solución»
Elkarri se «reconvierte» en Lokarri con el objetivo de crear una red social que recoja aportaciones al proceso de resolución. Su coordinador general, Paul Ríos, asegura que la mesa de partidos es hoy una exigencia social y que sus claves centrales están muy maduras. Y aspira a conseguir que mucha gente se implique para lograr el éxito.

Un reto: crear una red social que abra las puertas a todo el que quiera participar en el proceso. Para lograrlo, Lokarri ha «heredado» una red de contactos que llega a 150.000 personas y que pretende ampliar ahora. Su coordinador general, Paul Ríos, subraya a GARA la necesidad de crear «ya» una mesa multipartita donde no exista derecho a veto y asegura que el auténtico debate se dará en torno al marco jurídico-político.

­¿Qué balance hace de la trayectoria de Elkarri?¿Para qué ha servido?

Elkarri finaliza con un balance claro. Después de trece años de trabajo podemos afirmar que ideas como las de no-violencia y diálogo sin exclusiones, que entonces eran casi «apología del terrorismo», hoy en día están mayoritariamente aceptadas, con ciertos matices, tanto en la sociedad como en los partidos. Son ideas que están conquistadas, aunque es cierto que no están garantizadas.

­¿Qué importancia ha tenido en su «reconversión» el hecho de que Batasuna lo descalificara como mediador?

Ninguna. Porque la reflexión sobre lo que tenía que ser el futuro de Elkarri comenzó antes del verano. En mayo tuvimos una primera reunión del Taller Nacional de Elkarri y, viendo que los objetivos fundamentales de Elkarri se habían cumplido en lo sustancial, teníamos que plantear cuál debería ser el futuro. Por otro lado, al comunicado de Batasuna tampoco le otorgamos mayor transcendencia porque no supuso un cambio respecto a lo que ha sido la relación de Batasuna y Elkarri.

­El domingo en el Euskalduna afirmó que es hora de poner en marcha un «proceso de paz» ¿Qué pasos deberían darse primero, y por qué?

Primero,un cese de la violencia por parte de ETA, con visos de mantenerse en el futuro. Segundo, los partidos políticos deberían iniciar el trabajo previo a la constitución de la mesa de partidos. En tercer lugar, deben garantizarse y respetarse los derechos de todas las personas, porque aún hay espacios de vulneración de derechos humanos ya sea dispersión, tortura, ilegalización, víctimas... Los pasos no tendrían que darse necesariamente en este orden, aunque el realismo político nos indica que ETA tiene en sus manos la capacidad de poder lanzar todo el proceso.

­El PP es el único partido que, de momento, se ha mostrado contrario a participar en cualquier mesa de diálogo. ¿Su ausencia supondría un escollo insalvable?

Aquí hay que conjugar el principio de participación con el de que nadie tiene derecho a veto. Nosotros apostamos por un proceso de paz y de soluciones entre todos, lo que incluye al PP. Por eso creemos que hay que hacer todos los esfuerzos posibles para incorporarlo a los trabajos de la mesa de partidos. Pero quien no quiera participar no puede impedir al resto de fuerzas políticas dialogar en una mesa multipartita.

­¿Qué temas deben tratarse en una mesa de partidos políticos?

Nosotros vemos dos grandes temas a tratar en una mesa de partidos. Por un lado, habría que alcanzar un acuerdo sobre normalización y, por otro lado, un acuerdo sobre el marco jurídico-político. El acuerdo de normalización debería concretarse en unos principios básicos de convivencia que permitiesen a la sociedad resolver sus problemas de una manera más pacífica y democrática que ahora. En definitiva, se tratar de buscar aquello que nos une por encima de lo que nos separa.

­También ha mencionado un acuerdo sobre el marco jurídico-político...

Ahí es donde se va a producir el verdadero debate de la mesa de partidos porque, en definitiva, el fondo de todo el problema político que hay que tratar de resolver en esa mesa es cómo conjugar la capacidad de decidir que tenga la sociedad vasca con la obligación de pactar aquello que decida tanto dentro como fuera de esa misma sociedad. Por no hablar de cuestiones como el reconocimiento a las víctimas o las relaciones interterritoriales... El respeto de las mayorías y de las minorías es otra de las grandes cuestiones a las que hay que buscarle una solución.

­¿Qué nivel de sensibilidad advierten en la sociedad ante un proceso de resolución?

Un nivel muy elevado. Nuestra sociedad percibe las bombas de ETA, el tema de la dispersión de los presos o la ilegalización como un anacronismo, y en estos momentos existe una petición social de aprovechar la oportunidad y crear de una vez una mesa de partidos. Además, la sociedad ha madurado mucho cuáles tienen que ser los principios para solucionar los problemas y tiene muy clara la alternativa, aunque luego existan matices.

­¿Cree posible que un proceso de estas características prospere sólo con el diálogo entre partidos, sin que exista una base social?

Una mesa de partidos puede ponerse en marcha y funcionar sin participación social siempre que no surjan problemas. Sin embargo, nuestra experiencia nos dice que los procesos de paz y diálogo en una mesa de partidos suelen ser caminos tortuosos donde aparecen muchos obstáculos. Si hemos llegado al punto actual ha sido precisamente porque en los peores momentos la sociedad vasca ha mantenido la esperanza en pie. La principal responsabilidad es de los partidos, pero es necesario mantener a la sociedad activa y atenta para que pueda ayudar cuando surjan los problemas.

­Lokarri aspira a ser una red social para dar cobertura a la solución, ¿cómo se hace eso?

Es una cuestión de filosofía sobre los movimientos sociales. Hasta ahora hemos utilizado el sentido clásico con grupos locales y militantes, pero creemos que este modelo está en crisis. El reto está en crear grupos formados principalmente por personas a las que se ofrece un menú amplio y abierto de posibilidades de colaboración en las actividades de cada organización. Ese es nuestro reto. De Elkarri hemos heredado una red de 150.000 personas que pretendemos ampliar. En definitiva, queremos crear una red en la que haya información, participación y reivindicación poniendo en marcha mecanismos que faciliten la comunicación. Debemos abrir las puertas para que todo el que quiera participar lo pueda hacer; que ninguna aportación se pierda porque no haya donde hacerla.

­¿Qué puede hacer esa red ante ataques como las citaciones a miembros de la izquierda abertzale en la Audiencia Nacional esta misma semana?

Puede reivindicar. Aunque es necesario medir cómo y cuándo se hace, dependiendo de lo que suceda. En casos de vulneración de derechos humanos hay que mantener, cuando menos, una denuncia pública y extenderla a toda la red ciudadana, sobre todo a través del correo electrónico. Si la situación es realmente grave, entonces sería el momento de poner en marcha iniciativas concretas.

­Uno de los pilares de Lokarri será la creación de un observatorio social formado por personalidades de distintas sensibilidades. ¿Han mantenido ya algún contacto?¿Cuál será la función de este organismo?

Ya nos hemos puesto en contacto con algunas personas que consideramos claves. En un plazo de tres semanas esperamos hacer pública la composición definitiva del Observatorio y, a finales de mayo, que éste tenga listo su primer informe. Su función será hacer, cada tres meses, análisis sucintos sobre la marcha de un posible proceso de paz y de soluciones respecto a los indicadores de no violencia, no exclusión, acuerdo, consulta y reconciliación. Pero, a diferencia de otros observatorios, éste no tendrá un carácter meramente analítico. Queremos que a cada dificultad que se presente en cada ámbito de estudio, el Observatorio sea capaz de generar propuestas para superar dichos problemas.

­También plantean trabajar a nivel internacional...

Actualmente contamos con una red que llega a 30.000 miembros, entre colectivos y personas, y tenemos previsto ampliarla. Queremos que sea un canal de información, de carácter mensual, que les aporte una información alternativa sobre la situación que se vive en Euskal Herria en cada momento. Si el proceso se pusiera en marcha, la función de la red sería crear algún espacio de apoyo, sobre todo moral y de influencia, dentro del ámbito internacional. No sería imprescindible, porque nosotros lo tenemos tan claro que no necesitamos mediadores, pero nunca está de más.

­¿Cómo piensa Lokarri beneficiar un futuro proceso de resolución en Euskal Herria?

El gran valor añadido que puede aportar Lokarri es aglutinar a un número de personas que están dispuestas a esforzarse y poner parte de su tiempo para que ésta sea la gran oportunidad para, de modo definitivo, conseguir lo que quiere toda nuestra sociedad: pasar página a tantos años de dolor, de sufrimiento y de crispación e iniciar una nueva etapa. Si ahí podemos contribuir, nos daremos por satisfechos. -



«Mañana vamos a reclamar el inicio de un proceso de paz»
El coordinador general de Lokarri, Paul Ríos, explicó ayer que la manifestación que este colectivo ha convocado para mañana bajo el lema «Guztion artean. Paz. Acuerdo. Consulta», tiene como objetivo «reclamar el inicio de un proceso de paz y soluciones que culmine con una consulta a la ciudadanía». En una rueda de prensa celebrada en la capital vizcaina, Paul Ríos señaló que la convocatoria busca «responder a las preguntas de si tenemos que seguir esperando el inicio del proceso de paz, si el objetivo del proceso es una paz de vencedores y vencidos y qué puede hacer la sociedad ante esta situación». Para Ríos, la percepción generalizada es que «nos encontramos en un momento de oportunidades y esperanza» pero se lamentó de que «los meses pasan y las oportunidades no acaban de concretarse en el inicio del proceso». En ese sentido, el coordinador general de Lokarri indicó que la manifestación «quiere ser un espacio en el que la sociedad reitere su voluntad de que se abra ya el proceso de paz». Asimismo, afirmó que «la sociedad está harta de esperar, de ver que la violencia y la crispación deterioran la situación y de percibir que continuamente se pospone el inicio del proceso». Por otro lado, Ríos señaló que «a lo largo de estas últimas semanas han aparecido distintas voces que apuestan por una paz de ‘vencedores y vencidos’» y consideró que esta idea «es incompatible con el objetivo de la reconciliación social».Así, recordó que «la apuesta consiste en abrir y desarrollar un proceso de soluciones entre todos». -


 
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