Casi todo lo que se mueve en nuestro entorno lo hace por un desarrollo de software, por un programa informático. Está dentro de nuestras vidas y es inseparable. No hay escapatoria. Desde los programas de ordenador personal, las páginas de internet, las cámaras de fotografía, las de vídeos y algunos sistemas de control de los vehículos hasta el desarrollo de las máquinas y procesos productivos más avanzados de las empresas, grandes y pequeñas, de nuestro tejido industrial. Por lo tanto, la necesidad de disponer de un desarrollo excelente es una demanda que se hace desde el Instituto Europeo del Software (ESI), que está ubicado en el Parque Tecnológico de Bizkaia.

Hace dos años establecieron los premios bianuales a la excelencia en software. En la actual edición estudiaron diecisiete empresas, aunque sobre nueve de ellas realizaron un estudio minucioso y pormenorizado del software que desarrollan, como explicó Elena Schaeidt, directora general adjunta del ESI. Las finalistas fueron de Corea, Hungría, Perú, Venezuela, Alemania, Argentina, Galicia y Madrid. Nadie quiere quedarse atrás en esta carrera por lograr procesos fiables y que, a la vez, generen un rendimiento elevado y seguro para las diferentes compañías.

Manu Prego, director general del ESI, explicó en esta última edición que se trata de reconocer el esfuerzo que las empresas realizan para «mejorar el conjunto de actividades para producir esos sistemas». Para él, es un trabajo clave de cara al futuro, porque «la calidad y la excelencia deben estar presentes en los sistemas que se fabrican», porque ya no existe casi ningún producto, desarrollo o actividad que se mueva, trabaje o produzca sin software.

«El mercado premiará, sin duda, a las organizaciones que produzcan software a un coste competitivo». En este caso, la directora adjunta, Elena Schaeidt, recalcó que se debe realizar una especial intervención en las pyme, que no intervienen en este desarrollo. Reconoció que la industria vasca debe intervenir más en este área.

Prego destacó, ante esta situación, que «si no hay excelencia, alta calidad y fiabilidad en los sistemas, éstos no son adecuados y ponen en cuestión un producto final».

Para el responsable del Instituto Europeo de Software, esa filosofía que se ha extendido de que cuando un ordenador se atasca, se debe desenchufar y reiniciar para que funcione de nuevo, es un indicador de que la calidad del software «no es buena». Los procesos de producción en muchos casos son costosos y, por lo tanto, el sistema informático debe responder con fiabilidad, de lo contrario, está en juego el trabajo de mucha gente.No hay que olvidar que las tecnologías de la información y la comunicación mejoran en un 40% la productividad de las empresas. Ese elemento es fundamental para competir en un mundo globalizado y donde la productividad es una demanda creciente. La importancia de que las pymes entren en este sector es vital para que respondan en un futuro con la misma fuerza y rapidez que lo hacen las grandes empresas del mercado mundial.

En la segunda edición de los premios a la excelencia del software, a nivel internacional se premió a la empresa coreana Koscom. El vicepresidente Hyun Duk Chang explicó que la empresa cuenta con 508 empleados y se dedica a «automatizar los mercados de seguridad y sistemas relacionados con las industrias coreanas». Avanza en el desarrollo de tecnologías en base a la innovación y a la puesta en marcha de sistemas de calidad con el fin directo de «poner las innovación en ejecución directiva con la intención de que la industria coreana mejore la productividad». En este caso, la competencia en el sureste asiático es elevada y, por lo tanto, estar entre las empresas avanzadas «se ha convertido en una necesidad lógica», explicó.

Bajar los costes

En el Estado español el premio recayó en la AsociaciónTécnica de Cajas de Ahorros (ATCA), que presta servicios de tecnologías de la información para la Caja Inmaculada, Caixa Sabadell, Caja Rioja y Caja Canarias. El apoyo, en este caso, permite mejorar el servicio a los clientes, pero han desarrollado proyectos significativos, como indicó Alberto Villuendas, su director general, como el «Núcleo Bancario», un desarrollo de aplicaciones que soportan el servicio a los clientes de una caja, los canales de distribución y las herramientas de gestión. Hubo un accésit a la empresa Soluziona, representada por Anabel Manchón. Es una gran sociedad que factura más de 500 millones en veintisiete países. -