TEHERAN
Los autores del ataque contra un convoy gubernamental en el que al menos 22 personas murieron en la noche del jueves el sureste de Teherán eran hombres infiltrados desde Afganistán, según dijo el director de la Policía, Ahmadi Muqadam. Los autores, vestidos con falsos uniformes policiales, habían montado un control de carreteras en el que esperaban a sus víctimas. Tras el ataque, que dejó también numerosos heridos, huyeron de nuevo a Afganistán, dijo Muqadam en unas declaraciones a la televisión.
«Para nosotros está clara la relación entre este grupo terrorista con los servicios (secretos) extranjeros y en concreto los ocupantes de Irak», dijo el general Moqadam en alusión a Estados Unidos y Gran Bretaña.
Además, aseguró que estos países también son los culpables de los frecuentes incidentes violentos que se registran en la región suroccidental de Juzestán, donde se asienta la minoría árabe. La misma tesis fue repetida por el Consejero de Seguridad de la región, Ali Sadeqi: «El imperialismo esta intentando sacar beneficios atizando las diferencias étnicas y religiosas en esta provincia con particularidades (étnicas)», dijo.
El ataque tuvo lugar en Beluchistán, una zona poblada principalmente por suníes (minoritarios en Irán) y fronteriza con Afganistán.
Según el diario “Baztab”, los 22 muertos pertenecen en su totalidad a un convoy oficial de la gobernación de la región de Sistan-i-Beluchistán.