Una edición bilingüe reúne textos de seis poetas vascos de los años noventa
La editorial catalana DVD presentó ayer en Bilbo el libro «Montañas en la niebla», subtitulado «Antología de la poesía vasca de los años 90». Se trata de una edición realizada por Jon Kortazar, quien ha elegido a Rikardo Arregi, Karlos Linazasoro, Juanjo Olasagarre, Miren Agur Meabe, Harkaitz Cano y Kirmen Uribe para representar a esta década.
BILBO
“Montañas en la niebla” se abre con un extenso
prólogo sobre la poesía vasca de los años 90, en la que se analizan las
diferentes corrientes estéticas y las «escrituras de la postmodernidad».
Despues, se da paso a un análisis de cada uno de los autores seleccionados y,
finalmente, se incluye una selección de poemas traducidos al castellano, junto a
sus originales en euskara. Jon Kortazar explicó que con esta selección ha
querido «recoger a poetas que publicaron después del 90 y seguirlos en el
tiempo».
Este estudioso de la literatura vasca no quiere hablar de
generaciones, sino de «estéticas y escrituras distintas». Le interesa «leer a
cada autor contextualizándolo», por eso ha añadido un capítulo entero sobre la
postmodernidad. Sobre las ausencias en esta antología, que son notables, asumió
toda la responsabilidad. «Me he guiado por la trayectoria y el gusto. He hecho
anteriormente otras antologías con otros autores, pero esta vez la he limitado a
seis para que el resultado fuera más compacto. A través de estas seis formas de
escritura se refleja muy bien una década». El editor de DVD, Sergio Gaspar,
calificó de «fenómeno sorprendente» el de la poesía en euskara, pues «el número
de poetas que publica es muy pequeño, pero su calidad es altísima». Hasta el
punto, dijo, de que con este libro cree estar publicando a «los mejores poetas
de la literatura occidental». Estas palabras fueron calificadas de «exageradas»
por Miren Agur Meabe, quien, sin embargo, se mostró feliz de figurar en una
antología con poetas a los que admira. Juanjo Olasagarre, que hace tiempo que no
publica poesía, dijo no sentirse muy a gusto cuando mira atrás. «Veo mucha
intención, pero el resultado no me gusta demasiado». Por su lado, Rikardo Arregi
señaló que ve estos poemas como «algo del pasado» y confesó trabajar muy
lentamente. «Escribo sin prisas y sin ninguna intención»,
aseguró.
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