Según Nuclenor, tras el cierre de Zorita, Garoña será objetivo ecologista
GASTEIZ
La empresa Nuclenor, propietaria de la central nuclear de Santa María de Garoña, en Burgos, cree que estas instalaciones se convertirán en el principal objetivo de los grupos antinucleares a partir de abril, tras el cierre de la planta de Zorita. Así lo reconoció ayer Antonio Cornadó, responsable de comunicación de Nuclenor, para quien los grupos antinucleares son «indiscriminados» en sus críticas y movilizaciones contra las plantas nucleares. Garoña será la más antigua del Estado español al desaparecer Zorita.Antonio Cornadó aseguró que «no hay razones técnicas» para el cierre de la central de Zorita y argumentó que si las hubiera «tendría que haber sido clausurada antes». Agregó que en los dos últimos años las planta de Zorita «ha funcionado mejor que nunca, porque ha sido más fiable, ha producido más electricidad y no ha habido incidencias». Recordó Cornadó la «inestabilidad e incertidumbre» respecto del precio del petróleo y las exigencias medioambientales del acuerdo de Kioto que obligan a reducir las emisiones de dióxido de carbono, para exponer que «las centrales nucleares en España suponen un ahorro de emisiones de dióxido de carbono de 60 millones de toneladas anuales. El responsable de comunicación de Nuclenor afirmó que la central de Garoña continúa con sus proyectos de inversión, modernización y renovación y agregó que el objetivo es conseguir renovar por 10 años más el permiso de funcionamiento, que expira en 2006. Su finalidad es llegar a esa fecha en las mejores condiciones posibles y «con los deberes hechos» y luego serán otras instancias las que deberán decidir sobre el futuro.
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